SUFICIENTE

La incógnita era obvia: ¿espectáculo contundente o cementerio de elefantes? Arranca el concierto y la banda de diez miembros -mayoría de mediana edad en adelante, propio de grupos de larga vida como Kool & the Gang- deja claro cuál será su actitud: bailarán todos, tengan la edad que tengan. Las coreografías, desde luego más simpáticas que acrobáticas, acompañarán toda la velada, y fueron reflejo de la voluntad de entretener.

Hora y media escasa de repertorio bien escogido entre sus muchos clásicos disponibles, los justos para sudar sus camisas imposibles de brillantes estampados felinos que combinaban sin pudor con cómodos vaqueros. Empezaron briosos, y a la sexta canción proclamaron “¿volvemos a los setenta?”. Fue entonces cuando el bajo se inflamó llenando Port Adriano y la guitarra funky pasó a primera línea para sonar como una cadera latina de Harlem. Sin embargo, los adinerados asistentes no parecieron darse cuenta. Al menos, no lo jalearon en exceso. Un Lennon cualquiera habría exclamado: “¡Al menos moved vuestras joyas!”.

Los temas más carnosos como Jungle Boogie evidenciaron que bien al escenario le faltaban decibelios, bien a la audiencia sangre mediterránea. Había punch, pero nadie salió noqueado. Lo más parecido a un éxtasis sucedió con Get Down On It y la postrera Celebration, que sí lograron levantar a la audiencia de sus sillas VIP. Para dicha última salieron a escena una quincena de figurantes vestidos de marineros, mini performance que hábilmente elevó las ganas de descocarse. Saldo final: sobrado y suficiente para engrandecer la memoria de 2014.

Kool & the Gang en Port Adriano. Jueves 21 de agosto. Aforo: milypico.