Hoy, que los medios de comunicación han perdido el privilegio de la información, es inexcusable ofrecer al público un plus. Los periodistas Felip Palou y Sergi Marcos lo hacen en su programa de radio Gabinet de crisi: ofrecen inteligencia, a través de la mejor herramienta para explicar la actualidad: el humor. El jurado de los prestigiosos premios de la RAC (Ràdio Associació de Catalunya) así lo ha querido reconocer otorgándoles, en su 12ª edición de días atrás, una mención de calidad en la categoría de “Mejor programa”.

Gabinet de crisi se emite de lunes a viernes de 13 a 14 horas en IB3 Ràdio.

–¿Sergi y Felip, o Sergio y Felipe?

–Sergi: Yo soy Sergi

–Felip: Y yo Felip.

–¿La radio sigue siendo a la televisión lo que el teatro al cine: la hermana pequeña y, sobre todo, más inteligente?

–F: La radio tiene muchos más ingredientes, y es el embrión intelectual de la televisión. También tiene mucho de teatral: se nutre de actores reciclados como imitadores, algo de lo que en Gabinet somos precursores.

–S: La ejecución de un programa de radio es inmediata. Si quisiéramos hacerlo en televisión sería complicadísimo. Además, en televisión hay demasiada gente tomando decisiones.

–Entre el humor efectivo pero blando tipo El club de la comedia y el comprometido y casi cafre de El club de la comediaCarne cruda

–S: Más o menos en el medio. Estamos en una emisora pública y queremos gustar a cualquier tipo de oyente. Cuando hablamos de ideologías hay que repartir entre todo el mundo: todos tienen que ser víctimas del humor. En cuanto al estilo, los referentes son programas de radio catalanes como Minoría absoluta, Versió original o Problemes domèstics.

–F: Es importante distinguir que somos periodistas, como todos los que dirigen dichos programas. Hacemos humor del hecho noticiable.

–¿Tenéis un recuerdo nítido del contexto político y social en los inicios del programa?

–S: ¡Desde luego! En una primera fase, Gabinet era un magacín matinal incluido en otro programa; después pasó a ser independiente y por la tarde. Fue entonces cuando explotaron los primeros casos de corrupción.

–F: La vertiente política de Gabinet de crisi empezó con el primer programa independiente: fue un día de crisis de Govern, cuando Francesc Antich cesó a Bàrbara Galmés como consellera de Educació i Cultura.

–Vox populi: todos los políticos son iguales, Vox populiergo

–S: (ríe) Hay políticos que por su forma de hablar o por su discurso son más parodiables. No es lo mismo Francina Armengol que Antich o José Mª Rodríguez.

–F: No es solo la voz, sino también la materia prima: Miquel Nadal, como conseller de Turisme, daba una cantidad de material que nos superaba. O Miquel Àngel Flaquer cuando era presidente de Unió Mallorquina, quien en los momentos álgidos de la crisis de UM dijo aquello de “solo nos falta inmolarnos en la plaza Mayor”.

–¿Cómo se hace un programa de humor un día que uno está de muy mal humor?

–F: Es que la clave para hacer humor es estar de mal humor, pensar desde la indignación. No podemos manifestar esta indignación, pero sí canalizarlo a través de una buena parodia. Eso es lo que puede verse hoy en Twitter.

–La comunicación es cada vez más low cost

–S: No en la forma de hacer el programa. Es verdad que la gente se adelanta, como por ejemplo en lo del rayo de Hollande, y por eso le dimos poco espacio porque a la hora de hacer el programa ya estaba muy visto. Pero por otro lado, no todo el mundo está en Twitter.

–F: Yo sí estoy muy pendiente de Twitter, e inconscientemente te intoxicas. Para mí, el caso más claro fue el del rey en Botsuana [sucedió en fin de semana]. El lunes había leído ya tantos tuits y tan buenos, que no sabía qué decir. Hay muchísimos humoristas que creen que Twitter no les está ayudando.

–¿Por demasiada competencia?

–F: Sí. Pero es cierto que madona Antònia no está en Twitter mientras está haciendo las albóndigas.

–Ningún programa de IB3 Televisió ha recibido premios de prestigio; en la radio han sido varios. Vox populi

–S: (ríe) Quiero reivindicar la mera existencia de IB3 Ràdio: a menudo ha sido tapada por la televisión. Y ésta vive muy contaminada por la obsesión con la audiencia. Lo vimos con Can Bum [el trasvase de Gabinet de crisi a IB3 TV], donde nos daban el minuto a minuto: qué chistes se suponía que gustaban y cuáles no. Eso no existe en radio. En la tele prima el espectáculo, incluso en los informativos.

–¿Lo reducimos a que en IB3 Ràdio no hay tantos programas sobre la payesía como en IB3 TV?

–F: (ríe) Estamos muy contentos con este premio...

–¿Una radiotelevisión pública debe ser cantera del mejor periodismo, o su labor es otra?

–S: Sí, ha de serlo, sin duda. En IB3 se han formado buenos periodistas tanto en televisión como en radio gracias a un trabajo que no se habría podido hacer en una televisión local, al tratar temas como ETA, la Champions, etc.

Vox populi

–S: Solemos decir que la realidad escribe los guiones. No tienes que alterar mucho los hechos o las declaraciones.

–F: La permanencia del programa también se explica por toda la corrupción destapada en los últimos años. Ha sido una catarsis.

–S: Balears nunca había estado tanto en los medios de comunicación nacionales.

–F: Con el Pacte hicimos una especie de Carrusel deportivo: íbamos a las sedes de UM, PSM y PSOE a contar cómo estaban las cosas. Nos hemos hidratado de ello durante mucho tiempo. Ahora, con la crisis, es diferente. Toni Soler [director y presentador de Polònia en TV3] nos dijo que lo ideal es que haya crisis política pero no económica.

–¿Cómo se parodia la prima de riesgo?

–F: Precisamente, como queríamos ponerle cara y ojos a la crisis, hemos creado un personaje nuevo: la prima de riesgo. Es una señora que vive en el Edificio Europa, en el que España vive en uno de los pisos más altos, Alemania en el ático con vistas y Grecia en el palomar. El administrador de la finca es el Banco Central Europeo.

Vox populi

–S: Hay servidumbres, hay rotativos próximos en la distancia, hay el no poder publicar según qué porque el afectado es un anunciante importante... Pero lo ideal en un medio público es que no haya censura de ningún tipo. A IB3 la han manoseado todos, de uno y otro color político. Hace falta un consenso que no ha habido nunca para poder desarrollar un modelo.

–F: La marca “IB3” está muy devaluada. Pones “IB3” en un buscador y lo que devuelve es sobre todo morbo. Es muy malo que la cadena sea la noticia.

–S: Nunca ha dejado de serlo. Aunque nosotros podemos decir con orgullo que hemos tenido directores de todos los colores políticos.

–F: Es una lástima que con cada relevo político cambie hasta el color de las papeleras.

–¿Siempre que calláis lo hacéis de motu propio

–S: Sí. Absolutamente sí.

–¿Y en cuanto a temas?

–S: Procuramos no hacer sangre ni estar en ninguna trinchera política. Por ejemplo, en el tema de la lengua. Algunos querrían que hiciésemos bandera, pero lo tratamos como un tema más, desde un lado y desde otro.

–¿Qué se aprende a no hacer nunca después de casi 600 programas?

–F: Son casi 1.000 si sumamos la etapa como magacín. En un programa de humor diario es importante no repetirse. Y pensar siempre que, a pesar de las ganas que tengas de hacer un chiste, puedes herir la sensibilidad de alguien.

–No se puede gustar absolutamente a todo el mundo.

–F: No merece la pena hacer daño aunque sea a una sola persona.

–S: También hemos aprendido a optimizar recursos.

–F: Por eso no hemos tenido que despedir a nadie.

–S: La ventaja de este programa es que somos tres personas pero puede parecer que somos doce.

–¿No habéis tenido que recortar/reestructurar/reequilibrar/reordenar nada?

–F: Algo sí, pero hemos intentado que la reestructuración fuera mínima porque Gabinet es un programa complejo.

–¿Mallorca es de derechas o la gente que vota en Mallorca es de derechas?

–S: Si miras el mapa electoral hay una mayoría conservadora, pero si miras las generales, en las tres últimas elecciones ha habido cambios importantes.

–F: Cada vez valoro más a la gente que es de derechas y lo dice. Ahora no tanto, pero ha habido un déficit de intelectuales de derechas, cosa que no ha sucedido en otros países como Inglaterra. Mallorca es de derechas, pero a la mallorquina: hay una pose, pero a la hora de la verdad...

–S: La mayoría es de derechas de cintura para arriba y más liberal de cintura para abajo.

–¿El dinero privado traerá más menciones de calidad a IB3?

–S: ¿Por qué no? Hay que hacer productos –porque no olvidemos que la comunicación es un mercado– que sean atractivos y competitivos. En el caso de IB3, cumpliendo además su función pública.

–F: Creo que sí. Con ironía: si Campofrío es el patrocinador principal, IB3 recibirá una mención de calidad de Campofrío. Es onírico, pero el dinero público no tiene por qué revertir la calidad de los productos.

–S: IB3 ya nació con mucha externalización, por lo que no será traumático. El problema será en cadenas como Telemadrid, donde hay miles de funcionarios. Ahí sí será un cambio de cultura importante.

–Sois buenos y estáis premiados. ¿Os sentís intocables?

–S: No, para nada. Sí sentimos muy cerca el aliento de los oyentes. Que te reconozcan por la calle te hace sentir fuerte.

–F: En las actuales circunstancias nada es intocable en toda Europa. Solo que Pastora Soler no ganará en Eurovisión.