Todo primer espada del hip hop nacional que toca en Palma hace lo mismo: mencionar a La puta opepé. Así hicieron Violadores del Verso, SFDK o Tote King. Todos adjudican al grupo mallorquín las mismas cualidades: pioneros, calidad, referentes, jugones. Han sido ocho años sin la posibilidad de verlos en directo, pero ya hay fecha y lugar de regreso a los escenarios: 30 de julio en la sala Assaig.
El Xino, el Hermano L, Paco y Don Manolo debutaron en 1993, y desde entonces cada nuevo lanzamiento –maqueta, 3 LPs, maxis, remezclas– suponía una muesca más en una carrera de personalidad creciente. Dos características les definen, dos innovaciones propias inventadas por ellos cuando pocos o ninguno intuía que por ahí había camino: el sentido del humor (en letras y actitud) y el trabajo con sonidos poco perfilados cuando ellos los cogieron (reggae y funk negroide).
La sorna inteligente, la coña con cintura, el vacile con sesera son marca de fábrica en La puta opepé. Tienen letras que forman parte de la historia más ocurrente y genuina del rap español, ocupando un capítulo destacado de la antología del verso perfecto. Y cuando aún no se hacían bases perspicaces con sustancia ragga (lo que luego se llamó dancehall) y ritmos funkarras, estos ya andaban inventando la primera división.
En una reciente entrevista con Europa Press, el cuarteto ha confirmado otra excelente noticia: ya están grabando material nuevo. Tras el triunfo cuentan que colosal de su primer bolo desde su reunión, el pasado 29 de abril en el festival Viñarock –precisamente uno de los eventos de referencia en el calendario de festivales–, ya se empiezan a conocer más fechas: el 9 de julio en el festival Hipnotik, en Barcelona.
Tienen un blog (http://laputaopepe.blogspot.com) con las novedades que atañen al grupo, pero también con historias interesantísimas (la de la banda sonora que hicieron para el documental One Dollar. El precio de la vida) y sorprendentes (Joaquín Reyes de La hora chanante contando que le puso el adjetivo al programa ¡tras oírlo en una canción de la Opepé!).
Repasando sus discos, tanto el oyente curtido como el recién llegado encontrarán no solo talento pretérito, sino también vigente. La puta opepé vuelven cuando más se les necesitaba, en un momento en el que parece que el hip hop patrio está poco chisposo, rígido. Es el mejor de los momentos, porque lo que les describe y caracteriza, sus ademanes y sus sonidos, siguen siendo bbbrutales. Con tres b.
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