Diálogos de raíz

El auge del autoritarismo es un tema que sale a lo largo de esa conversación como amenaza a la democracia

Saúl Alvídrez

Saúl Alvídrez / Youtube

Estos días de polémicas estériles, territorialidad y cromañones, evidencias tangibles y malas formas, necesitamos recuperar la capacidad de diálogo. Sin dialógica, sin construcción de argumentos o sin ética aplicada es difícil poder avanzar hacia una realidad menos incomoda. Pues la realidad incomoda, evoluciona y nos pone contra la pared. El documentalista mexicano Saúl Alvídrez reúne por primera vez a dos referentes independientes del pensamiento para conversar sobre los desafíos que nos atañen a todos.

En este libro hay dos interlocutores muy conocidos: Pepe Mujica, expresidente de Uruguay y exguerrillero, conocido por su austeridad, frugalidad y sentido común. Y Noam Chomsky, lingüista y activista, lingüista, y crítico sagaz del capitalismo y autoritarismo asociado al modelo especulador que polariza las sociedades. Gracias al diálogo, Mujica y Chomsky comparten reflexiones sobre el cambio climático, la desigualdad, el auge del populismo y de la extrema derecha, la crisis del capitalismo y la necesidad de un cambio social profundo. Coinciden en que nos enfrentamos a una situación crítica, pero también en que es posible construir un futuro mejor. Hay una espada de Damocles climática que si cae afectará especialmente a los más vulnerables. Los modelos de desarrollo que priorizan ganancia y plusvalía agudizan diferencias, consolidan las élites fácticas ignorando el daño social que significa “socializar las pérdidas y privatizar las ganancias”, como al condonar la deuda a la banca o las evasiones fiscales de grandes fortunas. Así todos somos más pobres, y tenemos menos opciones para vivir. O por ejemplo cuando las empresas hacen un blanqueo mediático frente a la sociedad y siguen depredando como siempre. El problema de la hipocresía corporativa es que afea a los emprendimientos sociales o empresariales que sí hacen un denodado esfuerzo por transformar y minimizar sus impactos sobre las maltratada biodiversidad y justicia social. Los aprovechados hacen de la sociedad planetaria un lugar peor. Y eso requiere un giro copernicano.

Vayamos a los puntos clave, el cambio climático es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad. Es un problema urgente que requiere una acción inmediata y coordinada global. Pero luchar por el medioambiente sin considerar el equilibrio social es pura miopía estratégica, por eso la desigualdad es otro problema grave, sistémico y exige soluciones radicales. No se puede dejar en manos de intereses cerrados y oligopólicos intereses comunes, bienes comunes, el futuro. De ahí el poderoso concepto de procomún, enfrentado al de la individualidad fatua a ultranza como supuesto derecho inalienable, cuando los derechos humanos van por otro lado, no puedes en nombre de tu libertad subyugar (por ignorancia o malicia, da igual) fastidiar a congéneres y generaciones futuras.

Otro problemón es el auge del autoritarismo es una amenaza para la democracia y los derechos humanos. Es necesario fortalecer la democracia con la participación ciudadana, pero no desde el miedo y las simplificaciones emocionales de los acontecimientos, las personas más capaces y no las más populares deben proponer, el detalle es crucial. Por eso existe la ciencia, el criterio y por eso llevamos siglos estudiando los efectos de nuestras acciones. Y no, la economía, no es una ciencia, es un tipo de propaganda de un modelo de desarrollo. ¿De qué sirve la filosofía si no hacemos ni caso del pensamiento libre, pero del que promulgaba Bertrand Russell o estoicos como Epicteto?

Ante estos desafíos, Chomsky y Mujica apuntan a los valores que deben tenerse en cuenta para avanzar hacia un cambio sostenible. La democracia, la libertad, la vida con propósito, el amor y la amistad, son los pilares desde los que construir un nuevo rumbo. Un recordatorio urgente de que la juventud tiene un papel importante que jugar en la construcción de un futuro. Alvídrez afirma que su misión es amplificar la conversación pública entre los jóvenes y enfocarla a la solución de problemas globales.

“Chomsky & Mujica: Sobreviviendo al siglo XXI” es un libro importante que ofrece un análisis lúcido de los desafíos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Es un llamamiento a la acción que invita a la reflexión y a la participación ciudadana, más que necesario a la vista de los negacionistas climáticos, los ecocidas y los exprimidores del tiempo ajeno.

Chomsky & Mujica: Sobreviviendo al siglo X

Saúl Alvídrez

Penguin Random House, 320 Páginas

20 euros

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