Al Atlético Baleares ya no le salen las cuentas. Si antes de enfrentarse al Navalcarnero la situación ya era prácticamente insalvable, tras el decepcionante empate cosechado ayer ante los madrileños (0-0), solo un milagro puede enmendar la situación. Un milagro o Manix Mandiola, como ya demostró en su momento el técnico vasco, pero este último ya no se encuentra en el banquillo blanquiazul para sacar las castañas del fuego.
El punto sumado ayer ante los de Luis Ayllón supuso el enésimo varapalo de una temporada en la que había puestas demasiadas esperanzas. Todas estas decepciones no nacen de una falta de presupuesto, porque lo ha habido, ni por la ausencia del apoyo de la afición, porque también lo hay; ha sido simple y llanamente por una cuestión de fútbol y goles, que durante toda la temporada han brillado por su ausencia.
Con nueve puntos todavía en juego, el Atlético Baleares se encuentra a cinco del Real Madrid Castilla, quien tras ganar ayer al Rayo Majadahonda, marca los puestos que dan acceso a los play-off de ascenso a Segunda División, único objetivo que se había marcado la entidad blanquiazul en el inicio de la temporada.
El de ayer, como ya viene siendo habitual a lo largo de este curso, fue un querer y no poder. El Baleares insistitó de todos los modos posibles, pero la pelota no quiso entrar. De su parte puso, evidentemente, el guardameta del Navalcarnero, quien desarboló ocasiones, algunas muy claras, de los locales. Lo intentó por ejemplo Manel, sobre todo en la primera parte, y lo luchó también Vinicius, más en la segunda; pero ni uno ni otro fueron capaces de anotar ese tanto que permitiera mantener la ilusión en el conjunto blanquiazul.
Jordi Roger volvió a apostar por René bajo los tres palos y el meta de 37 años se encargó de darle la razón al técnico catalán. Desde las gradas, otra vez vacías debido a las restricciones por el coronavirus, observaba el encuentro el técnico del Poblense, Óscar Troya, equipo al que los balearicos se enfrentarán el próximo 14 de marzo, en la penúltima jornada del primer tramo del campeonato.
Desde el momento en el que el colegiado pitó el inicio del encuentro, se vio a un Baleares tenso y acuciado por el paso de los minutos. No ayudó a calmar ese ansia que el árbitro no señalara pena máxima en unas claras manos de la defensa visitante a un centro de Canario. El peligro blanquiazul llevó la firma de Manel Martínez. El punta catalán dispuso de dos buenas ocasiones, pero la primera impactó en el palo de la portería defendida por Néstor Díaz a los 12 minutos y en la segunda, el futbolista se emborrachó de balón solo ante el portero.
No varió en exceso el guion del partido en la segunda parte. Vinicius las tuvo, pero enfrente siempre se topó con un muro llamado Néstor Díaz. El encuentro casi fue un calco del partido vivido el pasado domingo en San Sebastián de los Reyes, con un equipo totalmente volcado en ataque, pero incapaz de definir sus ocasiones. En el descuento, el Baleares se desinfló, y tuvo que ser René quien salvara los muebles en uno contra uno con David Rodríguez.
Por mucho que coja la calculadora, al conjunto blanquiazul ya no le salen las cuentas. Es momento de analizar los errores, buscar culpables y marcarse un nuevo objetivo, decepcionante, pero al menos paliativo: la nueva Primera División de la Real Federación Española de Fútbol.
Ficha técnica
Atlético Baleares: René, Luca Ferrone, Peris, Olaortua, Cristian, David Haro (Alberto Gil, min. 52), Vinicius, Canario (Coro, min. 72), Manel (Baselga, min. 79), Liam Ayad (Acosta, min. 79) y Fito Miranda (Armando, min. 52).
Navalcarnero: Néstor Díaz, Calarge, Alonso, Jáimez, Luis Fernández, Mario García (Francisco José Pérez, min. 61), David Rodríguez, Ramón Blazquez (Wendy, min. 92), Monteagudo (David Gómez, min. 79), Daniel del Moral (Esnáider, min. 61) y Jesús de Miguel (Álvaro Ramón, min. 92).
Goles: No hubo.
Árbitro: Gordia Sole (Comité catalán).
Tarjetas amarillas: Luca Ferrone (min. 19), Mario (min. 33), Jáimez (min. 56) y David Rodríguez (min. 95).
Tarjetas rojas: No hubo.
