Escuchar a Mila Ximénez, en el programa ese viscoso de Gran Hermano VIP (aún da más asco cuando es VIP), anunciando al universo que se está haciendo pis (y agradezcamos que no dijo me estoy meando), confirma que, como decía Mercedes Milà, ese programa no es una indecencia, sino solo un profundo experimento sociológico. Digo yo que la excelente Milá, a la que por televisión ya la hemos visto hasta el culo, se refería a la variedad sociopática. Aunque ahora que reparo, igual se trata de divulgación científica urológica, conscientes del incómodo inconveniente que supone la incontinencia urinaria, más frecuente a determinadas edades. Erróneamente, alguna vez he pensado yo que a las televisiones que emiten ese tipo de programas les haría pagar más impuestos. Tonterías mías.
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Los puntos sobre las uves