¿Qué tal, don Nicolás?
No me distraiga mucho que esta noche tengo mucho curro.
¿Qué me va a traer a mí…?
Usted sabrá lo que me ha pedido. Yo si sé lo que le regalaría, pero no estoy seguro de si le iba a gustar y tampoco de si lo iba a saber usar.
Los seguidores de los Reyes Magos le acusan de ridículo obeso falto de elegancia.
Pues que se esperen al día 6 de enero, por memos.
Dicen que es usted dipsómano…
¿Eso qué es?
Que le gusta a usted el vodka, vamos.
Si sólo fuera el vodka… En cualquier caso, nunca se fíe usted de un abstemio, a no ser que lo sea por prescripción facultativa, en cuyo caso tendrá un pasado digno.
Dicen que es usted reincidente en allanamientos de morada.
Al menos yo siempre entro por la chimenea. Y si no hay chimenea, por las terrazas y balcones. Pero los Reyes Magos vaya usted a saber por dónde entran. Y encima van con camellos. Yo seré dipsómano, pero no me hago acompañar de camellos.
Afean su obesidad...
Es en lo único que les doy la razón. La obesidad es un vicio como el alcoholismo o el tabaquismo, y causa aún más gasto sanitario evitable que éstos. Prometo intentar adelgazar.
En España, nuestras señas de identidad tradicionales van ligadas a los Reyes Magos y no a usted.
Aquí tienen ustedes mucho turismo europeo, y allí soy yo la estrella. Nada mejor que el mestizaje. No sean ustedes paletos.
¿Tiene usted alguna ventaja sobre los Reyes Magos?
Dos, al menos, que a mí se me ocurran: primero, los regalos llegan antes; segundo, si no fuera por esos melenudos, las fiestas se acabarían el 1 de enero.
¿Y eso es una ventaja?
¿A usted le parece de recibo que un país está parado durante dos semanas así por las buenas? Es usted un vago.
Los Reyes Magos utilizan medios de transporte reales. Eso de un trineo que vuela…
No descarte usted que eso sea real en solo unas décadas. Hace dos siglos el automóvil era sólo un sueño…
¿Quiere usted decir que en el futuro...?
...me tengo que ir, que tengo mucho trabajo...
Pajes reales, camelleros, personal de organización de las cabalgatas… los Reyes generan trabajo, usted no.
Pruebe usted a dar trabajo a un reno y a un elfo.
Pero los elfos no son reales...
¿Ha mirado usted bien la cara de Cristóbal Montoro?
