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Medio Ambiente

19.600 kilómetros

Esta es la longitud de todos los ´marges´ de pared seca que se han construido en la Serra de TramunTana, suman tres veces la Gran Muralla China

19.600 kilómetros

A veces echar la vista atrás arroja escenarios que a día de hoy parecen increíbles. Corría el mes de octubre de 1986 cuando el Consell de Mallorca organizó la primera edición de una formación para construir marges. Un hecho que, hoy no llamaría la atención y pasaría totalmente desapercibido si no fuera por la actuación, in extremis, de la institución insular. Y es que por aquel entonces y debido al abandono progresivo que había sufrido el campo mallorquín, esa formación se llevó a cabo gracias a los últimos mestres margers vivos que quedaban en Mallorca. De no haber actuado a tiempo, el conocimiento de más de siete siglos de historia hubiera, simplemente, desaparecido.

Y es que ya en el siglo XIII está documentada la existencia de marges o bancales en la zona del valle de Sóller. A lo largo de los siglos, el número de kilómetros de marges en la Serra de Tramuntana no dejó de crecer hasta mediados del siglo XX donde se registraron, en la zona de Bàlitx (Sóller), los últimos marges construidos la Serra de Tramuntana. La herencia era y es innegable: el 20% de la Serra de Tramunana se encuentra dispuesta en bancales, es decir, más de 19.600 kilómetros lineales de pared seca. En los años 50, la baja rentabilidad de los cultivos y el inicio de la actividad turística propiciaron el abandono progresivo del campo y con ellos siglos de transmisión oral del oficio entre padres e hijos. "La primera Escola de margers en Sóller, en 1986, aseguró un futuro a un oficio que estuvo a punto de extinguirse", explican desde el Departament de Medi Ambinent del Consell de Mallorca. Una iniciativa que permitió recuperar el camí des Barranc de Biniaraix (Sóller), bien de interés cultural (BIC) desde 1994 y registrado desde el siglo XIV. En los años 80, eso sí, se desconocía el alcance del patrimonio etnológico que años más tarde ha demostrado ser excepcional.Los últimos ´marges´:

Su número no dejó de crecer hasta mediados del siglo XX, cuando se levantaron los postreros en la zona de Bàlitx (Sóller)

´Marges´, ´marjades´ o bancales

Los bancales o marges son muros de contención del terreno construidos únicamente por piedra que se utiliza para crear terrazas de cultivo en las vertientes de las montañas. Son construcciones que se integran en el medio y que utilizan materia prima local, la piedra existente en los alrededores de la zona donde se construye el marge. Y es que estas infraestructuras constituyen el elemento antrópico más característico del paisaje de la Serra de Tramuntana, y para su construcción se usan herramientas como la manuella, el perpal, la picassa, el picassó, el martell, la aixada y el càvec. Los marges son de los pocos elementos construidos por el hombre que favorecen la biodiversidad de algunas especies, tanto vegetales como animales. Es el caso de la falzia de marge, el zafrà bord, el garballó, el coixinet de monja, así como especies animales tales como erizos, ranas, tortugas mediterráneas, etc.

Lejos queda ese mes de octubre de 1986. "Casi 30 años más tarde, el balance de las tareas ejecutadas por parte de la brigada de margers del Consell de Mallorca es muy positivo", explican desde el Consell. Entre los proyectos ejecutados se encuentra la restauración del camí des Barranc de Biniaraix, el camí de ses Voltes d´en Galileu (2000-2005), camí de Solleric (2011-2012), camí des Correu, casa de neu d´en Galileu (mayo 2009-noviembre 2010), y la casa de neu de Son Massip (la primera documentada) .

A pesar de existir registros de bancales desde el siglo XIII, la mayoría de las zonas son mucho más recientes. Es el caso de las Rotes de Caimari, ubicadas en las inmediaciones de la carretera Caimari-Lluc, bien de interés cultural por parte del Consell de Mallorca desde 2009. Formada por 35 propiedades, su construcción data de entre 1830 y 1850, mucho más recientes que el saber popular que las sitúa "en es temps des moros o des romans", como aseguran algunos agricultores.

La pared seca también está presente como elemento constructivo en carreteras. Es el caso de, por ejemplo, la carretera de sa Calobra, de 1930, con un marge vertical de 17 metros de altura. O la carretera del Coll de Sóller, inaugurada de 1852, que tiene uno de los pocos ejemplos de marges escalonados de toda Mallorca. La técnica constructiva de la pared seca también se utilizó para la construcción de cases de neu. Estas infraestructuras servían para almacenar la nieve caída durante el invierno para ser consumida en verano. "A día de hoy hay registradas unas 50 cases de neu en la Serra de Tramuntana, todas ellas a una altura superior a los 800 metros y construidas alrededor de 1700", aseguran desde el departamento de Medi Ambient del Consell de Mallorca.En positivo:

Están entre los pocos elementos construidos el hombre que favorecen la biodiversidad de algunas especies

El proyecto Terrisc Interreg III-B Sudoe fue coordinado por el departamento de Medi Ambient del Consell de Mallorca junto con la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, la Fundació el Solà (Cataluña), la Universidade do Porto y la Universidade de Coimbra, ambas de Portugal, el CNRS-Languedoc Rousillon Parc National Les Cévennes (Francia). Estas tres zonas, ubicadas en la zona sudoeste europea (de ahí el acrónimo Sudoe) se caracterizan por su elevada densidad bancales y un elevado potencial de desarrollo de turismo cultural y de riesgos naturales.

Proyecto TERRISC

"Los trabajos realizados en el proyecto Terrisc se dirigieron a profundizar en el conocimiento del funcionamiento y la evolución de los espais marjats y el papel que tienen en la prevención de incendios, regulación de los flujos de agua y la contribución a la reducción de la erosión", explica el documento resumen que publicó el Consell de Mallorca en 2006, una vez terminado el proyecto. Para ello se centró el estudio en la cuenca piloto del torrente de sa Figuera, en el municipio de Sóller. "Se trata de una zona con elevada densidad de marges y con una extensión de 4,88 kilómetros cuadrados. Tiene un desnivel considerable, de 818 metros, con pendientes que superan los 20 grados", se desgrana.

Entre otras conclusiones del proyecto aplicadas en la zona de estudio, destacan que el abandono de la práctica agrícola y el cambio de usos han incrementado el riesgo de incendio en la zona así como la progresiva degradación de los marges; la necesidad de reemprender acciones para conservarlo es más relevante si se valora el esfuerzo económico que supondría la reposición en caso de pérdida y que los marges tienen un papel fundamental en la regulación del ciclo hidrológico y el control de la erosión y la sensibilización de la población local es esencial para asegurar su supervivencia y mantenimiento.

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