—¿Cómo estamos don Coletas?

—Sepa usted que me voy a acordar de dónde vive, de dónde trabaja y de a qué colegio van sus hijos.

—A ver, explíqueme lo de Venezuela…

—¿Usted también está con eso?

—Pero usted ha dicho que le gustan mucho Chávez y Maduro…

—Sí, y si dijera que me gustan mucho cómo viven las cebras probablemente habría algún idiota que diría que quiero convertir el país en la sabana.

—Pero usted estuvo en las Juventudes Comunistas…

—Es verdad. Digamos que no llegué al mismo nivel que Jiménez Losantos, que llegó a militar en el partido Comunista.

—Entonces me tengo que creer que es usted cándido como una paloma…

—En la misma medida que lo es Jiménez Losantos, claro.

—¿Qué relación tiene Podemos con el movimiento del 15 de Marzo?

—¿De qué año?

—Podemos —Yes, we can—, muy originales no han sido ustedes eligiendo el nombrecito.

—Está usted confundido. La idea no es Yes, we can; sino Yes, we prune…

—¿Mande?

—Sí, podamos. Con A.

—O sea que no es un presente de indicativo…

—No. Es un imperativo. Un exhorto: ¡Hala, venga, a podar!

—Pues la jefa de los socialistas de Baleares dice que está dispuesta a pactar con Podemos…

—Ya. Ya nos hemos estado riendo un buen rato con eso. Se trata de una más de las que habría que podar, sí.

—Y Mabel Cabrer anunció que el PP balear nunca pactaría con Podemos…

—También lo oí. La panzada de reír fue de tal calibre que casi me tienen que dar un masaje cardiaco para sobrevivir.

—¿Qué hará si alcanza la presidencia del gobierno?

—Para empezar, una buena juerga de vino. Luego ya veremos.

—Pero eso no arregla nada…

—Eso es lo que usted se cree.

—¿De verdad cree que los que más tienen van a dejar que les suba usted los impuestos?

—Si no se dejan será más entretenido.

—De todos modos, es hablar por hablar: ni el PP ni el PSOE le dejarán gobernar…

—Lo sé. Por la cuenta que les trae. Pero ¿y lo graciosos que se están poniendo?

—Desgraciadamente no es usted tan guapo como Pedro Sánchez.

—Ni tan feo como Mariano Rajoy.