Una de las particularidades de las viñas plantadas en Formentera es que desde ellas se puede contemplar el mar, y debido a su cercanía al mismo, sus frutos están marcados por esa circunstancia, dando a sus vinos una tremenda mediterraneidad. Este es el caso del tinto Cap de Barbaria 2009, cuya bodega se encuentra situada en el municipio de Sant Francesc, con viñas que miran a las playas de La Mola y el Mitjorn.

Está elaborado con las variedades francesas Cabernet Sauvignon y Merlot, junto a la balear Fogoneu y la mediterránea Monastrell. Las cepas de las dos últimas variedades tienen medio siglo de existencia. Mientras que las variedades galas tuvieron una crianza en barrica francesa, las dos restantes la hicieron en roble americano, durante alrededor de un año. Domina un tono de rojo profundo. Entre sus aromas hay notas a garriga y especias. Ya en boca ofrece cuerpo y finos taninos, con largo y buen final.