La muerte hoy de un soldado como consecuencia de un atentado con una mina anticarro en la localidad afgana de Sang Atesh, eleva a noventa el número de militares españoles fallecidos en Afganistán desde que la misión española se desplegó en 2002 dentro de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF).

Ocho de los fallecidos murieron en acciones de guerra, 79 en accidentes aéreos (62 en el Yak-42 y 17 en el helicóptero Cougar), dos en accidentes de tráfico y uno por infarto de miocardio.

El primer ataque mortal contra las tropas españolas se produjo el 8 de julio de 2006 en la provincia de Farah, cuando la explosión de un artefacto activado a distancia mató al soldado de origen peruano Jorge Arnaldo Hernández.

El 21 de febrero de 2007 una mina estalló al paso de un convoy español y mató a la soldado Idoia Rodríguez Buján cerca de Shindand, en la provincia de Herat.

El 24 de septiembre siguiente murieron los soldados Stanley Mera Vera, de origen ecuatoriano, y Germán Pérez Burgos, y otros seis resultaron heridos, tres de ellos graves, al explotar una bomba al paso del blindado en el que viajaban. En el ataque también murió un intérprete afgano.

El 9 de noviembre de 2008 un atentado suicida cerca de Herat causó la muerte al brigada Juan Andrés Suárez García y al cabo primero Rubén Alonso Ríos.

El 7 de octubre de 2009 falleció el cabo Cristo Ancor Cabello tras estallar una mina anti-tanque al paso del vehículo en el que viajaba en Siah Washan.

Además de estos ocho muertos por los ataques de los insurgentes, 79 militares perdieron la vida en accidente aéreo, dos en accidente de tráfico y uno por causas naturales.

El 26 de mayo de 2003 murieron 62 militares cuando regresaban de Afganistán en un avión Yakovlev-42 ucraniano que se estrelló en Trebisonda (Turquía).

Otros diecisiete perdieron la vida el 16 de agosto de 2005 cerca de Herat al estrellarse el helicóptero Cougar en el que viajaban.

El 26 de mayo de 2007 murió el sargento de Infantería Juan Antonio Abril Sánchez al volcar el vehículo militar en el que viajaba, en Badghis.

El pasado 8 de enero el soldado Christian Javier Quishpe Aguirre, de nacionalidad española y oriundo de Ecuador, murió atropellado en la Base de Herat.

El 24 de octubre de 2005 el capitán médico Jesús de la Pascua Belaustegui falleció de un infarto de miocardio, también en Herat.

Un total de 155 miembros del Ejército y de las fuerzas de seguridad españolas, además de dos intérpretes extranjeros que les acompañaban, han muerto desde 1987 mientras cumplían misiones en el exterior.

La misión en Afganistán es la que más vidas humanas ha costado a España, seguida de la misión de Bosnia-Herzegovina, con 23 muertos.