"Permítame una pregunta. ¿Es usted realmente la persona que quiere ser?". Directo e insolente, Esteve Ferrer, el director de Como abejas atrapadas en la miel, trata de convencer al espectador de la necesidad de sacar a relucir el talento que lleva dentro.

Su circunloquio va en consonancia con el que Evan Wyler, un joven escritor interpretado por Félix Gómez (Las trece rosas, Herederos), escucha de la boca de la embaucadora Alexa Vel Deveraux, personaje encarnado por Luisa Martín (Trece rosas, Desaparecidas), en una obra escrita por Douglas Carter Beane y convertida en "una crítica sobre la fama rápida y la ansiedad por ser famoso, para mostrar lo que hay detrás", explicó Martín tras el estreno, anteayer, de la obra en el Auditòrium de Palma.

"Es una obra algo desconcertante, en la que cuesta entrar porque va de sorpresa en sorpresa, y el público de aquí la ha acogido muy bien", aseguró la actriz, sorprendida del éxito en un mundo, el del teatro, al que asegura que le afecta todo. "Alguien tose en Dinamarca y la gente no va al teatro en Palma por si se resfría", bromea Martín, quien dice haber descubierto con la producción un prisma de la fama desconocido para ella. "La fama que nosotros conocemos es la del éxito fruto del trabajo, y a mí empieza a no gustarme la palabra ´famoso´, prefiero que me llamen otra cosa", añadió Gómez, quien quiso matizar que Como abejas atrapadas en la miel "no es una comedia hilarante ni en busca la carcajada continua, sino que tiene también un punto de drama", el necesario para recordar, como apunta Martín, que para que el timo de la estampita tenga lugar tiene que haber alguien con ganas de hacerse rico.

En total son 22 los personajes que envuelven, zarandean y llevan en volandas al protagonista hasta los reservados a los que nunca tendría acceso y los que logran que conozca a los personajes que, en condiciones normales, le dirigirían como mucho una mirada de desprecio.

Dividida en dos partes, la segunda con un ritmo rápido, casi cinematográfico, pero con una estructura apenas convencional, Como abejas atrapadas en la miel se estrenó hace casi un año en el festival de Málaga y lleva desde entonces recorriendo con su enjambre la piel de toro, donde aseguran haber conseguido mucha aceptación entre el público joven. "Tal vez porque se ven reflejados en el personaje de Féliz Gómez y, más que en él, en sus anhelos", explica Martín, la abeja reina de una colmena instalada en el Auditòrium hasta el próximo día 30.