Si algo caracteriza a Mònica Fuster es la voluntad, el ir un paso más allá, la búsqueda. La artista no se arrugó ante el reto de exponer por partida doble en la galería Maior, en Pollença y en Palma. Con apenas trece días de lapso entre la una y la otra; la primera el 11 de este marzo; la segunda, el 24. Raons foradades presenta a la artista mallorquina más caleidoscópica. Sus amplias facetas en el uso de distintos lenguajes no ocultan que el dibujo y la escultura son sus fuertes, aunque siempre existe una cierta necesidad de trasladarlas al espacio. El primero surgido "de los niveles más inconscientes e instintivos", y la segunda "con la intención muy clara de hacerla leve". De ahí que las llamadas instalaciones no sean otra cosa que construcciones de lo etéreo.

"Percibo la vida como algo efímero, que se escapa; eso no significa que no me la tome en serio, sino que todo cambia. De ahí que en mi obra la idea de transformación esté muy presente", señala Mònica Fuster.

La doble muestra permitirá ver por vez primera en la isla trabajos de los últimos años a los que añadir otros inéditos donde explora en la idea de la levitación. Han oído bien. Se reserva la sorpresa para la apertura pública. En la Maior de Pollença expondrán las vídeo instalaciones Sad Trees y Dulce Antropofagia y la propuesta realizada en Islandia, Andvarp. A ellos suma piezas actuales que tratan de zafarse del peso y desafiar la ley de la gravedad.

"Me considero escultora aunque trabajo desde la metamorfosis de los materiales. Trabajo la escultura desde todos sus procesos de transformación. Cuando me sirvo del cristal me interesa tanto en estado sólido o cuando está en el crisol", explica.

De forma poética queda clara su apuesta en la vídeo instalación Sad Trees donde a un inicio de imágenes muy pictóricas van sucediendo otras de luces y sombras generadas a partir del cristal deshaciéndose, fundiéndose en la naturaleza, dejándola entrar.

Otra instalación es Dulce Antropofagia donde el chicle es el material elegido y que registrado bajo la mirada de Mònica Fuster invita a entrar en un mundo onírico.

"Mi obra es muy narrativa y el mundo de los sueños está muy presente. Desde el principio me interesó lo orgánico, trabajar su desmaterialización", comenta. En ese mismo hilo, lo evanescente de la luz, de la sombra, del aire y del sonido. En todas sus vídeo instalaciones todo el trabajo sonoro desde el 2000 es de Pedro Tous.

El uso de la cámara es tal que queda convertida en lápiz: "Sí es una herramienta de creación que también la uso como si estuviera esculpiendo. Siempre que hago vídeos trato de trabajar desde la materia y el dibujo".

No debe interpretarse, sin embargo, como fases previas ya que, según admite la propia artista, "mi proceso es muy magmático; simultáneo técnicas".

Pollença se completará con la presentación de su trabajo realizado el año pasado en Islandia, Anvarp y de cinco trípticos de dibujos.

Palma será ventana para las artes gráficas concretadas en el libro táctil-sonoro Huellas y Señales; animales de otros mundos, que es a la vez eje conceptual de los proyectos gráficos Te deja ser feliz el animal que llevas dentro, realizado en la Fundació Miró; y los 16 monotipos de gran formato de Rara avis.

Las películas Traç completarán el cosmos creativo de Fuster. En esta faceta se encuentra a la artista más intimista. Surge su "bestiario humano " que bebe, sin duda, del cine de Jean Cocteau y de los tratados herméticos que le apasionan. "Aparecen de manera intuitiva en mi obra, que debe desvincularse desde luego del psicoanálisis. Yo me muevo más en un territorio poético y un tanto perverso porque creo que hay un fuerte componente erótico", comenta.

Poco amiga de dar claves, deja en palabras de Pablo J. Rico, escritas en el texto para el catálogo Sad Trees, algunas pistas: "La sospecha... Me gusta esa indeterminación, esa ambigüedad, la inexplicable sensación de misterio e intuición de lo desconocido que nos lleva a arriesgarnos sin saber muy bien que buscamos, si buscamos algo o si sólo nos sentimos imantados y succionados por la estela de las cosas todavía invisibles".