Aunque Ralf Moeller quisiera pasar desapercibido, es imposible. Sus dos metros de altura y un cuerpo musculoso fruto de su gran afición por el deporte, en especial del boxeo y del body-building, le delatan allá donde va. Y Puerto Portals fue testigo de ello. El actor alemán estuvo, hace unos días, disfrutando de la isla en compañía de su mujer y sus dos hijas. Una estancia en la que el intérprete se dejó ver paseando entre las embarcaciones que llenaban el pantalán con motivo de la décima edición de la Regata Breitling.

Ralf Moeller, nadador profesional desde los siete años, demostró su pasión por el mar y la vela, siguiendo con interés el transcurrir de la competición. Su particular fortaleza, que le valió para ser campeón de boxeo y ganador del campeonato alemán de culturismo sin doparse, enseguida llamó la atención de los directores, empezando su andadura televisiva en Muscle Man y a la que le siguieron Conan The Adventurer o Paradise Virus.

Elegido Mr. Universo en 1895, el actor alemán, dio el salto a la gran pantalla de la mano de Jean Claude Van Damme en Cyborg. Su presencia, entonces, se hizo habitual en las grandes producciones hollywoodienses como Soldado Universal (1992); Batman y Robin (1997); o El Rey Escorpión (2002), entre otras.

Pero fue en su tarea como entrenador personal de Arnold Schwarzenegger o Russell Crowe, lo que le llevó a conseguir uno de sus papeles más importantes: el de Hagen en la película de Ridley Scott Gladiator. Un filme que logró finalmente, cuatro Oscars de la Academia.

Actualmente, Ralf Moeller, promociona su película Max and Grace. Se trata de una comedia dirigida por Michael Parness y donde el alemán da vida a Bruno, un paciente suicida que se encuentra ingresado en una clínica psiquiátrica.