"Hay quien dice que soy una revolucionaria del tango. Pero yo no me lo creo. Eso lo dicen los demás. Yo no vivo con esa sensación", comenta Adriana Varela, una de las mejores cantantes de tango de la actualidad, una renovadora del género, de la que dicen que canta tango con actitud rockera: impetuosa, seductora, aguerrida y atrevida. Varela viene a Mallorca para actuar en el festival Jazz Voyeur el próximo viernes, a partir de las 22 horas.

¿Qué puede esperar el público de su concierto de la semana que viene? "Tango puro, con mucho power, con fuerza, el tango que gusta escuchar a la gente, junto a tres temas de Joaquín Sabina", entre ellos, La frente marchita, explica Adriana.

La artista llegó al tango después de unos inicios netamente rockeros: "El rock, en Argentina, despertaba a los jóvenes al mundo de la vanguardia. Pero en la década de los 70 la dictadura, el establishment, se apropió de él. Fue entonces cuando me sumergí en el tango. Después conocí a Ricardo Goyeneche (un famoso tanguista). Lo vi y todo cambió. Por primera vez comprendí los ritmos del tango y comprobé que era una música muy vanguardista.Vi que la vanguardia está en la esencia, no en la apariencia".

De Goyeneche, muchos años después, destaca su "padrinazgo" (fue él quien le dijo que tú cantas como hablas) y le animó a mantener su estilo. Paradójicamente, Varela señala que "lo más difícil para mí es cantar tangos", a pesar de décadas de hacerlo. En cualquier caso, la cantante porteña ha sido una innovadora en este género, y no ha dudado en fusionarlo con otros estilos. Una muestra, es su colaboración con Bajo Fondo Tango Club, un grupo de artistas uruguayos y argentinos, una experiencia "divertida y lúdica" en la que se mezclaba el tango con la música electrónica.

¿Qué es el tango entonces? Varela responde rauda: "Yo canto con un punto de tono de bronca, de enojo. Y el tango es eso. Es una canción de denuncia, de crítica a la persona que es tramposa, que quiere aparentar lo que no es, que te viene por detrás. Pero aún así, es una canción que no pretende ser narcisista, que habla del otro, de cómo está el barrio. Lo bueno de los tangos es la increíble vigencia de su mensaje y de sus letras, aunque muchos de ellos fuesen compuestos en los años 20 o 40".

El tango, un clásico

En su opinión, "el tango es también un clásico, una muestra de que lo bueno permanece, a pesar del paso del tiempo. En este sentido, igual de clásicos son Jimmy Hendrix o Led Zeppelin".

Adriana Varela es y ha sido tanto cantante como musa de otros artistas. De hecho, aún hay quien le llama La Gata, apodo que ella recuerda con cariño, recordando la canción que le compuso el 'Cacho Castaña'.

Su último disco, Más tango, obtuvo en 2001 el premio Carlos Gardel a la mejor artista de tango. Pero la trayectoria de esta cantante es mucho más amplia. Su primer larga duración fue Tangos (1991), al que siguió Maquillaje (1993), Corazones Perversos (1994), Grandes Éxitos (1995), Tangos de Lengue (1995), Tango en vivo (1997) y Cuando el Río suena (1999).

Manuel Vázquez Montalbán, en El País, habló de ella en estos términos: "Para los que teníamos en los oídos de la memoria el registro de tangos cantados por Libertad Lamarque, Imperio Argentina, Nacha Guevara, Susana Rinaldi, el estilo de la Varela era una alternativa radical. El tango ha de salir del cuerpo por todas sus puertas, hay que cantarlo con los seis sentidos, y ella lo emitía desde el centro del mundo".

"Adoro Palma", manifiesta Adriana Varela, recordando una visita anterior a Mallorca, en esa ocasión no para cantar, que es lo suyo: "Lo pasé muy bien y tengo ganas de estar allí", con su público, un público fiel y numeroso, y que, independientemente de los países y de las ciudades que ha recorrido, "comparte una actitud común".