Mejorado en prácticamente cada pieza, módulo y tornillo que a uno se le pueda ocurrir, este magnífico Ford Mustang es una maravilla de la personalización. Apodado como Obsidiana, está impulsado por un soberbio motor V8 biturbo que emerge del capó majestuoso y es capaz de entregar 850 caballos de potencia para así volar de 0 a 100 km/h en tan solo cuatro segundos. El coche tiene un chasis tubular de aluminio como los que usan los coches de Nascar, frenos Brembo, llantas de aluminio y asientos Recaro calefactados. ¿El dueño? Un ex NBA.