Condenados unos padres por la falsa denuncia de su hija menor

La adolescente se inventó que un hombre le había ofrecido droga y no era cierto

La Audiencia ha impuesto una sanción económica a los padres

La Audiencia ha impuesto una sanción económica a los padres

La denuncia falsa formulada ante la Policía, aunque la haya presentado una menor, no sale gratis. Al menos así ha ocurrido tras la condena impuesta por la Audiencia de Palma contra unos padres, que deben responder económicamente del daño que provocó su hija adolescente, al denunciar injustamente a un hombre y acusarle de tráfico de drogas.

El denunciado ha sido quien, una vez demostrada su inocencia (tras pasar dos noches encerrado en un calabozo policial) presentó una demanda contra los progenitores para defender su honor.

Aseguró que la falsedad de la denuncia le había ocasionado un enorme daño, ya que todos los vecinos del pequeño pueblo donde vive le señalaban. Y, además, este ataque al honor también afectó a su hija menor, ya que empezaron a meterse con ella en el colegio diciéndole que su padre era un traficante de drogas. Los hechos ocurrieron en el año 2021. La menor aseguró que una noche fue a casa de una amiga suya, junto a una compañera.

En el domicilio apareció un adulto, al que conocía una de las chicas y, según la denuncia policial que presentó, este hombre le ofreció droga, pese a que sabía que era menor de edad. Además, relató que el adulto, mientras fumaba marihuana, se quedó en ropa interior, ofreciendo de nuevo a las chicas si querían consumir. Esta denuncia fue desmentida por el adulto, que reconoció que había acompañado a las adolescentes a comprar droga.

Y señaló que, precisamente, la que había propuesto comprar cocaína era la chica que más tarde le denunció. La menor acudió una segunda vez a la Policía, acompañada de su padre, para dar más datos sobre los hechos.

A raíz de estas denuncias el juzgado abrió diligencias para investigar los hechos, citando al adulto como imputado. Cuando el juez tomó declaración a la menor fue cambiando de versión, llegándose a la conclusión de que había mentido. La Audiencia considera que por esta denuncia falsa y por los daños que ocasionó la mentira, deben ser los padres de la menor los que asuman los daños ocasionados. Deben pagar 2.000 euros de indemnización.

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