"Menudo susto nos hemos llevado, las llamas eran enormes. Impresionaba el fuego que salía del tercer piso". Una joven pareja recordaba cómo fueron desalojados de su casa ayer de madrugada tras un voraz incendio en el edificio en el que residen en Illetes.

"Hemos bajado a la calle con lo puesto, en pijama. Hemos cogido los animales que tenemos en casa, cuatro gatos, y para abajo corriendo. Las llamas que salían del tercero asustaban. La Policía dijo que el fuego estaba avanzando muy rápido. Lógicamente, temes por tu casa", detallaron los dos jóvenes, cuyo domicilio finalmente no se vio afectado en el siniestro.

Otro vecino del segundo piso del edificio Prolar, situado en el Passeig d'Illetes, explicaba los hechos. "Eran sobre las cinco y media de la mañana, yo dormía en la cama. De repente, he oído golpes de la Policía. Llamaban a la puerta y gritaban 'fuego, fuego, salgan con lo puesto, salgan rápido'. Hemos podido bajar por la escalera de forma ordenada. Los policías nos han ayudado. Han trabajado muy bien coordinados. Han venido muchos policías locales de Calvià", apuntaba el hombre de mediana edad.

Su vivienda, ubicada en la segunda planta, no resultó dañada. "Hemos podido subir a casa a las doce y media del mediodía. Todo estaba bien. Mi piso está bien, tiene luz y agua. Me he podido duchar. La gente decía que el fuego había empezado por un cortocircuito en la nevera de una vivienda del tercero. Las llamas salían por el balcón y la ventana y subían hasta el cuarto y el quinto piso. Hay tres plantas afectadas y varios apartamentos dañados por el humo", apuntaba el morador.

El incendio obligó a desalojar toda la finca, 40 domicilios. Algunos estaban vacíos. Unos 36 vecinos tuvieron que salir de sus hogares de forma precipitada ayer de madrugada. Los residentes de 24 apartamentos ya no pudieron volver a ocupar sus casas por seguridad. La gran mayoría se marchó a casa de amigos y familiares. El ayuntamiento de Calvià realojó a ocho personas, seis adultos y dos niños, de cuatro familias en hoteles de la zona.

Unos vecinos del quinto piso decidieron acudir a la vivienda de unos allegados. "De momento no podemos volver a nuestra casa en 24 horas. La Policía nos ha dicho que hasta el lunes tendremos que esperar porque hay gases cancerígenos", comentaba uno de los afectados.

"Yo me he despertado por el jaleo de la gente. La Policía llamaba a la puerta, pero no se podía ni bajar porque había mucho humo. Hemos tenido que esperar encerrados en casa hasta que los bomberos han conseguido sofocar el fuego. Hemos estado 45 minutos esperando. Se nos ha hecho muy largo porque no veíamos qué pasaba", aseguraba ayer un hombre.

A su lado, un adolescente de 14 años, añadía: "Se nos ha hecho eterno. No se podía ni respirar en casa. Pusimos toallas mojadas en el suelo, en las puertas. Yo estaba muy asustado, creo que si hubieran pasado cinco minutos más, no lo contamos. Me he puesto una camiseta mojada en la cara. Y he llorado".