Trágico inicio de año en las carreteras de Mallorca. Un motorista de 47 años murió ayer al sufrir una caída en la carretera vieja de Sineu, en Palma. La víctima se estrelló contra una isleta, en el cruce del hospital Son Llàtzer, y salió despedido del vehículo. Falleció prácticamente en el acto. La Guardia Civil de Tráfico ha abierto una investigación para esclarecer por qué la víctima se salió de la calzada antes del siniestro. En principio, se descarta que hubiera otros automóviles implicados. Es el primer accidente mortal del nuevo año en Balears, que cerró 2017 con 66 fallecidos.

El motorista fallecido ayer circulaba hacia las cinco y media de la madrugada por la carretera Ma-3011. Cuando se encontraba a la altura del hospital Son Llàtzer, se salió de la carretera por el margen derecho y chocó contra una isleta. El hombre salió despedido del vehículo. Varias llamadas alertaron de lo ocurrido a los servicios de emergencias y una ambulancia y patrullas de la Guardia Civil de Tráfico acudieron al lugar.

Los efectivos sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento del motorista, que fue comunicado al juzgado de guardia de Palma. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se practicará la autopsia. Los agentes del instituto armado pusieron en marcha una investigación.

Año nefasto para los motoristas

El año recién terminado se ha convertido en especialmente trágico para los motoristas. Buena prueba de ello es que 25 personas han perdido la vida en 2017 mientras se desplazaban a lomos de motocicleta. Es decir, un 40% de las víctimas mortales viajaban en este vehículo a motor de dos ruedas. Lo más significativo es que esta elevada siniestralidad se aproxima a la mitad, pese a que el parque móvil es muy inferior, al de los turismos.

Durante 2016, pese a que las cifras de siniestralidad son idénticas a las de 2017 atendiendo al número de fallecidos, las muertes de motoristas no fueron tan elevadas. Así, ese año se contabilizaron 15 víctimas mortales que viajaban en motocicleta. Una diferencia acusada de diez muertes menos en el mismo periodo de tiempo utilizando el mismo vehículo.

La última fallecida en Eivissa del año recién terminado deja a las claras de que los peatones se han convertido en el tercer colectivo que aglutina un mayor número de víctimas mortales. El eslabón más débil de todas las muertes en la red viaria.

Un total de diez personas han muerto en 2017 mientras caminaban al ser arrolladas por un vehículo. Este elevada cifra de peatones fallecidos supone una llamada de atención para el resto de vehículos que circulan por la red viaria balear para que extremen la precaución en las vías susceptibles de ser utilizadas por los transeúntes.

Con todo, estas cifras no alcanzan el volumen de las registradas el año inmediatamente anterior. En 2016, el número de peatones fallecidos como consecuencia de un atropello ascendía a 13.

No todo han sido datos aciagos de siniestralidad. También hay cifras halagüeñas que invitan al optimismo. Entre estas destaca el vertiginoso descenso del número de ciclistas fallecidos en accidente de tráfico. Solo dos se han contabilizado en 2017. Mientras, el año inmediatamente anterior, las muertes de las persona que viajaban en bicicleta suponían casi el triple de las actuales, con 5 óbitos mientras daban a los pedales.