Con una sensación de total impunidad, mientras los empleados estaban trabajando, una decena de ladrones se coló a primera hora de la mañana del jueves en el depósito municipal de vehículos de Son Toells. Su objetivo eran las motos y se apoderaron de una veintena, aunque fueron deshaciéndose de muchas de ellas por las inmediaciones de las instalaciones. Siete podrían haber sido sustraídas.

Los hechos ocurrieron sobre las seis de la mañana. Las deficientes medidas de seguridad de Son Toells quedaron en evidencia. Una decena de intrusos irrumpió en las instalaciones y se dirigieron directamente hacia una nave donde se encontraban unas 300 motos y ciclomotores.

A los delincuentes poco les importó que los empleados estuvieran a tan solo unos 30 metros de distancia. Con total parsimonia, escogieron la motocicletas que mejor se adaptaban a sus necesidades. En cambio, de otras se hicieron solo con piezas. El lugar donde se almacenaban estos vehículos se encontraban las oficinas y edificios anexos.

Los ladrones conocían perfectamente el terreno que pisaban y se dirigieron directamente a la parte posterior de Son Toells, donde se encuentra una verja con una puerta. El candado había sido forzado. Con el camino expedito, pudieron actuar a su antojo.

Una vez dentro de la nave, inspeccionaron las motocicletas almacenadas, que habían sido retiradas por la grúa municipal. Según las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia de Son Toells, los delincuentes podrían actuar por encargo, para sustraer solo determinadas piezas de algunas motocicletas.

Así, en algunas de estas grabaciones, se observaba cómo los ladrones se servían de la linterna de su teléfono móvil para iluminar determinadas motocicletas y comprobar de qué modelo se trataba. Si coincidía, se encargaban de sustraer la pieza o arrastraban la moto entera hasta el exterior.

Motos esparcidas

Los delincuentes se tomaron su tiempo para recorrer toda la nave y examinar todas las motocicletas. Muchas de ellas las dejaron esparcidas en las inmediaciones del depósito municipal de vehículos.

Una vez que los empleados de Son Toells tomaron conciencia de que les habían robado, se dedicaron a recoger las motocicletas. Estaban diseminadas por doquier. Algunas de ellas se recuperaron ya en el barrio de sa Indioteria.

Las pésimas medidas de seguridad del depósito municipal de vehículos de Son Toells han quedado en evidencia en los últimos años. Buena prueba de ello es que los robos se han sucedido.

El delito más espectacular en este recinto fue el perpetrado por una banda que sustrajo en torno a medio centenar de coches de gama alta. Los malhechores llegaron a falsificar la documentación de los vehículos para retirarlos del depósito como si del propietario real se tratara.