Una mujer de nacionalidad sudafricana ha muerto en el hospital Can Misses después de haber consumido éxtasis en una discoteca de Sant Josep el pasado fin de semana, mientras la Guardia Civil sigue la pista del traficante que le vendió la droga.

La mujer, de 30 años de edad, ingresó en coma después de haber tomado cristal, según ella misma pudo explicar a los servicios de emergencias que acudieron a atenderla a la discoteca DC-10, en la carretera de ses Salines.

Al parecer, cuando empezó a sentirse mal fue primeramente atendida por empleados de la propia discoteca, pero su estado se agravaba y fue necesario llamar a una ambulancia. Al llegar los servicios de emergencias aún la encontraron consciente y pudo aclarar que sustancia había tomado, pero ingresó ya en coma en Urgencias. Y, tras dos días en muerte cerebral, finalmente ha fallecido.

Los investigadores de la Guardia Civil, que se han hecho cargo del caso, han interrogado al amigo de la mujer que se encontraba con ella cuando ocurrieron los hechos para que aportara más datos sobre la droga que había consumido y dónde la habían comprado.