Un acusado aceptó ayer una pena de dos años y tres meses de prisión por robar en cinco comercios de Palma en apenas veinte días en enero de 2017 tras causar destrozos en la mayoría de los locales. En uno de ellos, rompió el escaparate con una silla y una tapa de alcantarilla.

El sospechoso, de 36 años y que actualmente está encarcelado, confesó los hechos ante la sala en la sede de Vía Alemania y se declaró autor de un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento y otro de daños. Además de los dos años y tres meses de prisión, se conformó con el pago de una multa de cinco meses con una cuota diaria de tres euros y una indemnización que ronda los 6.000 euros.

Tras admitir los cargos, la magistrada dictó sentencia 'in voce'. La juez apreció la circunstancia atenuante muy cualificada de trastorno mental, ya que el hombre padece esquizofrenia paranoide residual, por la que está siendo tratado con psicofármacos, y presenta una alteración de la voluntad y la inteligencia de forma parcial.

El encausado cuenta con antecedentes por otro tipo de delitos. El primer robo que cometió ocurrió sobre las dos de la madrugada del pasado 8 de enero de 2017 en una peluquería del Paseo Marítimo de Palma. El ladrón destrozó el marco y la puerta de entrada del local para acceder a su interior. Una vez dentro, se apoderó de 150 euros, un cartón de tabaco y un teléfono móvil valorado en 180 euros. Su imagen fue captada por una cámara de videovigilancia.

Dos días después, el 10 de enero, aproximadamente a las doce y cuarto de la noche, se introdujo en un bar también del Paseo Marítimo, en la avenida Gabriel Roca, sin que conste que forzara ninguna puerta ni cerradura. Allí, hizo suyos 40 euros que estaban en la caja registradora.

Ese mismo día, minutos más tarde, sobre la una de la mañana, rompió la puerta de entrada de las oficinas de una empresa de alquiler de vehículos ubicada en el Paseo Marítimo y causó desperfectos por valor de 1.307 euros.

Desmonta un cristal

Entre la noche del 25 de enero de 2017 y la madrugada del día siguiente 26, el joven desmontó el cristal de la puerta de entrada de un establecimiento situado en la calle Cataluña causando daños materiales para lograr acceder al interior del local.

Acto seguido, sustrajo 2.300 euros, 220 dólares, un ordenador valorado en 900 euros, un póster con marco, un portafotos por valor de 220 euros y dos teléfonos, uno de ellos de alta gama. Este último terminal fue recuperado en la habitación del acusado y fue devuelto a su propietaria.

Por último, sobre las cuatro de la mañana del pasado 30 de enero, el acusado rompió con una silla y una tapa de alcantarilla el cristal de la puerta de entrada de una peluquería de la calle Aragón en Palma.

El ladrón se introdujo en el local, rompió también la caja registradora y se apoderó de 100 euros, según la versión de la fiscalía. Ese día su escalada delictiva concluyó, ya que fue detenido por la Policía Nacional. Posteriormente, ingresó en prisión por orden judicial. El sospechoso residía en Manacor y se desplazaba a Palma para robar en los comercios.