Dos conductores fueron condenados ayer por causar sendos accidentes con heridos cuando circulaban en estado ebrio. Uno de ellos aceptó 90 días de trabajos comunitarios y el otro una multa de 720 euros. A ambos se le retira tres años el carné de conducir, lo que supone su pérdida de vigencia.

El primer caso se produjo el 29 de enero de 2016 a las seis y media de la tarde. El acusado, de 44 años, conducía una Fiat Ducato a velocidad excesiva y sin respetar la distancia de seguridad por la Vía de Cintura. En el kilómetro 3,4, cerca de la salida hacia la autopista de Inca, chocó por alcance contra un Honda Jazz. La conductora de este coche sufrió un latigazo cervical, precisó asistencia médica y rehabilitación y tardó 35 días en recuperarse. El hombre quintuplicó la tasa máxima de alcohol permitida en la prueba a la que fue sometido tras el siniestro. Ayer admitió los hechos durante el juicio y aceptó 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad, la pérdida del carné de conducir e indemnizar con 1.506 euros a la víctima y 1.171 al dueño del coche por los daños.

El otro conductor acusado arrolló el 29 de enero de 2016, a las nueve y media de la mañana, a una mujer que cruzaba un paso de cebra en la calle Joan Bauzà, en la barriada palmesana de Pere Garau. La víctima sufrió diversas lesiones en cervicales y lumbares que le han dejado secuelas. El conductor, que triplicó la tasa máxima de alcohol permitida, aceptó ayer en el juzgado una multa de 720 euros, la pérdida definitiva del permiso de conducir y el pago de una indemnización a la mujer atropellada de 3.861 euros por delitos de lesiones por imprudencia grave y contra la seguridad vial.