"Estamos desbordados". El director general de Emergencias del Govern, Pere Perelló, admite que faltan efectivos para hace frente a la enorme cantidad de siniestros de montaña que se dan en Mallorca. Aunque la mayoría de los casos son leves, como turistas que se tuercen un tobillo o que se desorientan durante una excursión por la Serra, también hay casos de infartos o accidentes con lesiones graves en los que se precisa una asistencia médica urgente. La elevada concentración de incidentes, sobre todo los fines de semana, ha llevado hasta el límite la capacidad de respuesta de los equipos de emergencia.

El Grupo de Rescate e Intervención de Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Balears, que junto con los Grupos de Montaña de los Bombers de Mallorca atiende la práctica totalidad de servicios de auxilio en las zonas agrestes de la isla, contabilizó el año pasado 156 operaciones de rescate, batiendo todos sus récords. Estas cifras lo convierten en el grupo de montaña de la Guardia Civil que realiza más asistencias de toda España, por encima del de Benasque, que cubre las asistencias en Pirineos. Y en lo que va de año llevamos ya más de 40 rescates, con cuatro personas fallecidas, con lo que pueden superarse las cifras del año pasado.

Las causas hay que buscarlas en las óptimas condiciones que la isla ofrece para los deportes de montaña. La Serra de Tramuntana dispone de itinerarios para todos los gustos, desde suaves excursiones hasta algunos de los torrentes más apreciados por los expertos, como sa Fosca, zonas de escalada o millares de grutas, un auténtico paraíso para espeleólogos de todo el mundo.

En consecuencia, miles de aficionados a los deportes de montaña se desplazan cada año para practicarlos en Mallorca. Y los accidentes se disparan, en especial con la llegada de la primavera. "Aunque estamos teniendo muchísimas incidencias ya desde el invierno y la cifra no baja con la llegada del verano y las altas temperaturas", explica un veterano rescatista.

Como muestra, durante los dos días del fin de semana pasado que estuvo en marcha el operativo de rescate del espelebuceador Francesc Gràcia, atrapado en una cueva de muy difícil acceso en Manacor, los equipos de emergencia tuvieron que desdoblarse para atender otras trece emergencias en distintos puntos de montaña de la isla, entre ellos la recuperación de un cadáver que apareció junto a s´Avenc de Son Pou, en el término municipal de Santa Maria.

"Queremos que la gente salga a la montaña en buenas condiciones, con la información y el material adecuado", prosigue Perelló, que anunció que el Govern planea poner en marcha un antiguo proyecto, de colocar informadores sobre el terreno que alerten a los excursionistas sobre los riesgos de la actividad.