n Dos amigos italianos pasaban unos días de vacaciones en un hotel de Palmanova cuando, de madrugada, uno de ellos cogió la puerta de una caja fuerte y empezó a golpear en la cabeza al otro mientras dormía. La víctima recibió decenas de impactos en la cabeza hasta que otros clientes y el personal del establecimiento irrumpieron en la estancia. El agresor intentó huir entonces descolgándose por los balcones del edificio pero fue detenido. La víctima sufrió lesiones muy graves en la cabeza, donde precisó 150 puntos de sutura, que a punto estuvieron de costarle la vida. La fiscalía, de acuerdo con este relato, solicita para el acusado 10 años de cárcel por intento de asesinato y que indemnice a la víctima con 80.000 euros por las heridas y las secuelas.

El móvil de la brutal agresión, que será juzgada la próxima semana en la Audiencia de Palma, no está claro. La Guardia Civil sospechaba que los dos hombres eran pareja, pero ambos lo negaron. El acusado sostuvo ante el juez que habían discutido porque le víctima le obligaba a tomar unas pastillas prescritas por su médico. Para la fiscalía, los motivos del ataque son desconocidos.

Los hechos ocurrieron hacia las tres de la madrugada del 12 de junio de 2015 en la habitación que el acusado y la víctima, ambos italianos de 50 años, compartían en un hotel de Palmanova (Calvià). El agresor aprovechó que el otro hombre dormía en una de las dos camas de la estancia para intentar matarlo, según relata el ministerio público. Cogió la puerta metálica de la caja de seguridad y le propinó hasta 30 golpes en la cabeza.

Alertados por los gritos de la víctima, varios testigos entraron en la habitación y alertaron a la Guardia Civil. El agresor escapó descolgándose por los balcones del hotel, pero acabó siendo detenido esa misma noche y desde entonces permanece en prisión.

El perjudicado fue trasladado a un hospital en estado muy grave. Sufrió numeras fracturas en la cara y la cabeza por los golpes recibidos y lesiones similares en las manos al intentar protegerse. Los médicos, que llegaron a temer por su vida, la aplicaron 150 puntos de sutura en el cuero cabelludo. Estuvo seis días hospitalizado y más de cinco meses convaleciente. Como secuelas, le ha quedado un síndrome postraumático, ha perdido capacidad auditiva y tiene numerosas cicatrices en la cabeza que suponen un importante perjuicio estético.

El fiscal considera al acusado autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que reclama diez años de cárcel y una orden de alejamiento que le impida acercarse o comunicarse con la víctima durante dos décadas. Además, pide que el hombre indemnice al perjudicado con 80.189 euros por los días que estuvo incapacitado y las secuelas derivadas de la agresión.