Caso Abierto - Diario de Mallorca

Caso Abierto - Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Malherido once horas en un torrente

"Siempre creí que me rescatarían"

La víctima asegura que mantuvo la consciencia y que solo se puso nervioso cuando se quedó sin tabaco

Luis Enrique Puigserver, ayer, en un box de urgencias del hospital Son Llàtzer de Palma. lorenzo marina

Luis Enrique Puigserver se recuperaba ayer en Observación de Urgencias del hospital Son Llàtzer de Palma de lo que califica como "un buen susto" tras permanecer once horas malherido en el lecho del torrente de na Bàrbara. Sufrió una fuerte contusión en la cadera. "Siempre creí y tuve confianza en que vendrían a rescatarme", subrayó ayer desde la cama del centro sanitario.

Este hombre, de 56 años y nacido en el barrio palmesano de Sant Jordi, aseguró ayer que su accidente sufrido sobre las 23.00 horas del martes que le llevó a permanecer toda la noche a la intemperie se debió a un despiste. "Tomé el camino de la izquierda cuando debía haber tomado el de la derecha", recordó.

El herido señaló que había salido por la noche "para dar un paseo". Al parecer, se alojaba en un hostal situado junto a la carretera de Establiments y se aventuró a dar una vuelta por un descampado con escasa visibilidad.

A partir de este momento se precipitó por un desnivel "de entre 2,80 y tres metros", precisó. Cuando su caída se detuvo, la víctima se percató de que no podía moverse por sus propios medios.

"Me dolían mucho las piernas y no podía moverme. Pero no me puse nervioso. Mantuve la calma. Sabía que alguien vendría a recogerme", indicó. De hecho, según relató, no llegó a perder la consciencia en ningún momento ni se llegó a poner nervioso hasta que le empezó a escasear el tabaco.

"A las cinco de la mañana me quedé sin cigarrillos. Cuando me fumé el último, me empecé a poner nervioso", indicó. Pese al acusado descenso de temperaturas por la noche en el lecho del torrente, Luis Enrique no mostró temor alguno a sufrir una hipotermia.

Al carecer de teléfono móvil, el accidentado no pudo contactar con los servicios de Emergencia a través del 112 para comunicar el percance que acababa de sufrir. Confío su salvamento, en la fuerza de sus pulmonies para hacerse oír a gritos.

"Cuando se hizo de día empecé a gritar con todas mis fuerzas: '¡socorro.ayudadme que llevo toda la noche aquí!', Y empecé a escuchar voces cerca". Unos operarios que instalaron una valla en una finca de las proximidades oyeron la petición de auxilio. Sin embargo, no acertaban a localizar su procedencia.

Avistado por un ciclista

"Un chico que paseaba en bicicleta fue el que me vio. Gritó ¡está aquí!", afirmó la víctima. Numerosos efectivos de Bombers de Palma, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía y las asistencias sanitarias del Ib-salut se movilizaron para socorrer al precipitado.

El acceso al lugar donde se encontraba el precipitado no fue complicado. Al descender el terraplén se encontraron a Luis Enrique Puigserver malherido en el lecho del torrente de na Bàrbara. Una vez rescatado, fue conducido en primera instancia a Son Espases antes de ser llevado a Son Llàtzer. "¡Me han perdido la ropa en el hospital", se quejó.

Compartir el artículo

stats