Un reguero rojo proveniente de una vivienda del barrio palmesano de Génova llamó la atención de un agente de la Policía Local que patrullaba por la zona. Tras trepar hasta la primera planta, el funcionario se coló en el domicilio y rescató a una mujer inconsciente tendida sobre un gran charco de sangre. La víctima se había hecho una gran brecha en la cabeza después de escurrirse cuando limpiaba los excrementos de su perro.

El incidente ocurrió sobre la una y media de la tarde del pasado jueves 16 de marzo en la calle Barranc de Génova. Un policía de barrio se encontraba de servicio por el lugar cuando reparó en que salía sangre por debajo de la puerta de una vivienda.

El agente concluyó de inmediato que alguien podría encontrarse en apuros. Al mirar por un agujero, el policía vio un zapato que llevaba puesto una persona. A partir de este instante, el funcionario centró todos sus esfuerzos en tratar de auxiliarla.

En primer lugar, el policía llamó a la puerta, pero nadie respondía. A continuación, intentó como buenamente pudo forzar la puerta, pero no lo consiguió. Acto seguido, el agente trató de ingeniarse la forma de colarse en el domicilio.

La vivienda constaba de una planta baja y de un primer piso. Un poste de teléfonos se encontraba muy próximo a la fachada. El policìa aprovechó esta circunstancia para trepar por él. Una puerta de arriba estaba entreabierta, así que si llegaba hasta allí tenía la oportunidad de encontrar el camino expedito.

El policía no se lo pensó dos veces y comenzó a escalar por el exterior de la vivienda. El funcionario se dio toda la prisa que pudo, ya que sospechó que la vida de una persona podría correr serio peligro.

Una vez que el policía de barrio accedió al primer piso, descendió a toda velocidad hasta la planta baja. Allí comprobó que sus temores estaban plenamente fundados. Una mujer de edad avanzada, de unos 70 años, se encontraba desplomada en el suelo tendida sobre un gran charco de sangre.

Cuando llegó a su altura, la víctima estaba aturdida sin acertar a entender qué le había ocurrido. El agente le taponó la herida en la cabeza, de la que manaba abundante sangre y la mujer comenzó a recordar lo que le había ocurrido. Al parecer, la víctima se encontraba limpiando los excrementos que había defecado su perro en el interior de la vivienda. Al pisar una de las heces, la mujer resbaló y se golpeó fuertemente.

Mientras el policía atendía a la víctima había avisado a los servicios de emergencia. Una ambulancia del Ib-salut se desplazó hasta el domicilio de la calle Barranco de Génova. El personal sanitario taponó también la brecha en la cabeza para contener la hemorragia. A continuación, la mujer fue trasladada a Son Espases, donde quedó ingresada. Las heridas que presentaba no revestían en principio una especial gravedad. No obstante, la vícima fue explorada y sometida a diversas pruebas en el hospital.