Una mujer de 43 años ha sido detenida en Palma por una brutal agresión a su hijastra de cuatro años. La niña fue hospitalizada con heridas sangrantes en la cara y la cabeza. La sospechosa achacó las lesiones a una caída, pero los médicos apreciaron indicios de malos tratos. Está acusada de un delito de lesiones en el ámbito familiar.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado, hacia las nueve de la noche, según explicaron ayer fuentes policiales. Varios vecinos de la calle Cala Montdragó, en la barriada de Son Cladera, alertaron a la Policía Local de que escuchaban gritos y llantos procedentes de una vivienda y los atribuyeron a un posible caso de malos tratos a una menor. Una dotación de la Unitat d'Intervenció Immediata (UII) acudió enseguida al domicilio.

La mujer que abrió la puerta a los agentes restó importancia a lo ocurrido. Según dijo, solo había abroncado a la niña, hija de su compañero sentimental, de cuatro años porque no quería cenar. "No pasa nada, los vecinos también gritan mucho a veces", comentó. Los policías comprobaron que en la vivienda se encontraba un joven de 25 años, también hijo del novio de la acusada, que padece un trastorno del espectro autista e insistieron en ver a la pequeña.

Heridas en la cara y la cabeza

La encontraron en una de las habitaciones, llorando y con varias lesiones. La niña tenía una herida sangrante en el puente de la nariz, una brecha con sangre seca en el lateral izquierdo de la cabeza y el pómulo enrojecido. La mujer contó entonces que la menor había sufrido una caída accidental al suelo durante una pataleta porque no quería cenar.

Los agentes solicitaron una ambulancia para atender a la niña. La doctora que la atendió en el domicilio ordenó su traslado en ambulancia a Son Espases para atenderla y valorar el alcance exacto de las lesiones.

Ya en el hospital, los facultativos elaboraron un informe sobre las lesiones de la menor en el que concluían que podían responder a un episodio de malos tratos y rechazaban la posibilidad de que fueran fruto de una caída accidental, explicaron las mismas fuentes.

La Policía Local acudió de madrugada a Son Espases para recabar información y, ante las sospechas de los médicos, regresaron al domicilio y detuvieron a la mujer, acusada de un delito de lesiones en el ámbito familiar. Fue trasladada al cuartel de Sant Ferran y estaba previsto que el caso quedara en manos de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional, encargada de interrogar a la sospechosa antes de poner a disposición judicial.

La mujer es la pareja del padre de la víctima y convive también con otro hijo del hombre, el joven autista de 25 años que se encontraba en la vivienda cuando ocurrieron los hechos. Los policías que arrestaron a la acusada contactaron con él por teléfono para explicarle lo ocurrido. El hombre contó a los agentes que ella suele quedarse a cargo de sus dos hijos cuando él no está y que jamás había advertido ningún indicio de malos tratos.