"Te tienes que ir porque la gente dice que hueles mal". Estas palabras tuvo que escuchar un cliente africano de un local del Paseo Marítimo de boca del personal antes de que le expulsaran a la calle. El lunes interpuso una denuncia ante la Policía Local de Palma por un presunto delito de incitación al odio. Su amigo prestó declaración ayer en el cuartel de Sant Ferran en alusión a estos hechos.
Este cliente, de nacionalidad camerunesa, no encuentra otra explicación que el color de su piel para que le expulsaran del bar del Paseo Marítimo la madrugada del pasado sábado. "Fue racismo. No veo otro motivo para que nos echaran", recalca sin ambages.
Los dos jóvenes subsaharianos habían acudido la noche del viernes a este punto neurálgico palmesano. La madrugada del sábado entraron en el establecimiento en cuestión. El portero les franqueó el paso y allí permanecieron un buen rato. De repente, la diversión se truncó abruptamente.
"Pedí una botella de agua y unos hielos. Estaba allí bailando con una chica. Nadie nos dijo nada", recordó uno de los jóvenes cameruneses. Según su versión de lo ocurrido, un empleado se dirigió a él y le conminó a que abandonara el bar. "Te tienes que ir porque la gente dice que hueles mal", le espetó.
Tras el sobresalto inicial, el cliente subsahariano se revolvió y se dirigió al empleado de seguridad. "No me puedo ir sin una explicación ¿quién lo dice?", inquirió el cliente africano. "Tengo reservado el derecho de admisión", le replicó el empleado.
El joven camerunés asegura que, cuando estaba bailando en la pista, no se había quejado ninguna chica. Nadie hasta este instante, de acuerdo con su versión, se había dirigido a él para expresarle sus molestias.
Cuando el cliente replicó al personal de seguridad afirma que mantuvieron una actitud hostil hacia él. "Me amenazaron con golpearme", insistió.
Este joven africano tenía serias dificultades para entender el español. Fue su acompañante, con más fluidez en el castellano, el que le iba traduciendo las palabras que le iban dirigiendo.
La sensación de que el móvil de su expulsión del establecimiento respondía a motivos racistas se vio reforzada al observar que, en ese momento, eran los dos únicos clientes negros que se encontraban en el bar de copas del Paseo Marítimo.
Antes de que les consiguieran expulsar del local, denunciaron a la Policía Local de Palma que se negaban a que permanecieran en el interior dos personas de raza negra. Cuando una patrulla se desplazó hacia el establecimiento, los clientes africanos aún estaban dentro y aseguraron a los agentes que les pretendían echar a la calle "porque olíamos mal", recalca.
Los agentes desplazados hasta el lugar abrieron de inmediato una investigación en el establecimiento por un presunto delito de incitación al odio, que se encuentra tipificado como tal desde el año 2015 en el Código Penal.
Investigación policial
Las pesquisas policiales se completaron con la toma de declaración de los dos jóvenes africanos. En primer término, el lunes compareció el ciudadano camerunés que fue expulsado del local del Paseo Marítimo después de que el personal argumentara, supuestamente, quejas de algunos asistentes por el fuerte olor corporal que desprendía. Esta persona se ratificó en sus palabras iniciales y abundó que este comportamiento respondía a presuntas motivaciones racistas.
Ayer también fue citado el otro joven camerunés para que prestara también declaración en las dependencias del Cuartel de la Policía Local de Sant Ferran. Esta persona hizo referencia a que los empleado de seguridad del establecimiento se habían dirigido a su amigo porque algunos clientes "decían que olía mal". Las pesquisas de los investigadores por este presunto delito de incitación al odio proseguirán con las declaraciones de los responsables y empleados del bar.
