Las pruebas de ADN han confirmado la identidad del joven conductor de 23 años que murió el pasado 24 de diciembre de 2016 en un aparatoso accidente de tráfico ocurrido en la carretera vieja de Sineu en el que su coche se salió de la vía, cayó a la cuneta, chocó contra una acequia y acabó incendiándose.

La investigación del caso también ha concluido que el conductor no se había saltado ningún control en las inmediaciones de Son Ferriol ni en Son Banya ni huía de madrugada. La Policía Local de Palma realizó varias comprobaciones con la placa de matrícula del turismo siniestrado, un Seat León de color naranja, para conocer quién era el titular del vehículo.

Según se desprende de las pesquisas practicadas, el joven esa madrugada había acompañado a su novia y la había dejado en su domicilio, en Palma. Luego, se dirigía por la carretera vieja de Sineu a su casa en Santa Eugènia, donde residía con su madre, pero sufrió un grave accidente de circulación que le costó la vida.

Esta carretera es uno de los puntos negros de la red viaria de Mallorca, donde en los últimos años se han venido sucediendo varios siniestros mortales. De hecho, durante 2016, dos ciclistas fallecieron arrollados por un coche cuya conductora también perdió la vida y, en otro tramo de la misma carretera, un policía local de Palma fuera de servicio que circulaba en bicicleta junto con su hijo murió atropellado por una conductora ebria.

El último siniestro se produjo pasadas las siete y cuarto de la mañana del 24 de diciembre de 2016 en el kilómetro 8,650, entre s'Hostalot y Puntiró, cuando el coche se salió de la vía, cayó a la cuneta y salió despedido hasta incendiarse por completo.