Ada Graciela Benítez Colman, de 34 años de edad y madre de una niña de corta edad, fue asesinada ayer a cuchilladas por su expareja, Julio Ernesto Martínez, cuyo cadáver fue encontrado horas después del crimen al pie del mirador de es Vedrà. Fue un crimen machista.

El asesinato fue perpetrado de madrugada en la vivienda en la que residía la mujer, un primer piso del número 4 de la calle Menorca, en el barrio de es Pratet de Vila. Al parecer, el asesino esperó a su víctima dentro de la casa, donde estaban durmiendo el hermano de ella y su cuñada. Cuando la mujer llegó a la casa la acuchilló varias veces hasta que murió. El hombre abandonó el piso y fue dejando rastros de sangre por el portal. Se deshizo del cuchillo con el que cometió el crimen en un parque cercano y, ya por la mañana, el arma fue encontrada por los agentes de la Policía Nacional.

Según la Policía, el hermano y la cuñada de la víctima no se despertaron y fue esta última, cuando se levantó para acudir a trabajar, quien descubrió el cadáver y dio la voz de alarma. Fuentes policiales añadieron que existen varios testigos y que ayer estaban siendo interrogados por los investigadores de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM).

Ada Graciela Benítez, de nacionalidad paraguaya, residía en Eivissa desde hace una década, aproximadamente. Trabajaba en S'Hort Nou, un pequeño supermercado del barrio de es Pratet. Era una mujer muy conocida tanto entre la comunidad paraguaya de la isla como en su barrio y en la zona en la que trabajaba. Años atrás también trabajó en una tienda de animales del mismo barrio.

Ada Graciela y Ernesto Martínez, de 26 años de edad y también de nacionalidad paraguaya, compartieron piso durante un año y medio, aproximadamente, informaron conocidos comunes. Él estuvo la noche anterior de su crimen con algunos amigos que también viven en el número 4 de la calle Menorca en el campo de fútbol de Ca n'Escandell.

Algunos de ellos dijeron ayer que lo encontraron un poco nervioso; otros aseguraron que no advirtieron nada que hiciera presagiar el crimen que cometió horas después.

Con el motor en marcha

Tras el asesinato, Martínez tomó su coche, que al parecer le había regalado ella, y se marchó de la ciudad. La policía judicial de la Guardia Civil encontró el vehículo horas después en la zona de Cala d'Hort. El coche tenía abierta la puerta del maletero y el motor estaba al ralentí.

Los agentes emprendieron la búsqueda del hombre. Los equipos de montaña rastrearon los acantilados y un helicóptero sobrevoló la zona hasta que, finalmente, divisaron el cadáver del hombre al pie del mirador de es Vedrà. Todo apunta a que Martínez se lanzó al vacío. Más de dos horas de trabajo tuvieron que emplear los especialistas de la Guardia Civil para rescatar el cadáver del hombre.

El asesinato de Ada Gabriela Benítez es el quinto crimen machista cometido en Balears en lo que va de año. El Govern expresó su más enérgica condena por este caso y las instituciones de Eivissa decretaron tres días de luto en señal de duelo.