La Audiencia de Palma ha condenado a 143 años de cárcel a un hombre de 39 años, C.T.A., por numerosos delitos de robo con violencia, detención ilegal, organización criminal y tenencia de armas, entre otros, como líder de una banda que cometió nueve asaltos a inmuebles habitados.

En la sentencia contra el jefe de la banda, que supone una de las mayores penas impuestas en Baleares, se recogen también condenas de 68, 46, 25 y medio, 20 y 16 años de cárcel para otros cinco hombres por participar directamente o colaborar en los robos.

Cinco de los seis procesados por la Sección Primera de la Audiencia provincial habían admitido su participación en los hechos, por lo que se han beneficiado de atenuantes que suponen rebajas en sus condenas. El acusado que no asumió su responsabilidad, un antiguo guardia de seguridad que señaló algunos de los objetivos, es sobre el que ha recaído la condena de 25,5 años.

Entre el verano de 2011 y principios de 2013, la banda llevó a cabo violentos asaltos a viviendas en los que los ladrones vestían ropa militar, se cubrían el rostro con pasamontañas y portaban diversas armas. En varias de esas ocasiones amenazaron a sus víctimas con un fusil de asalto HK G36, empleado por el Ejército español, del que no se ha podido determinar cómo llegó a manos del jefe del grupo.

Los integrantes de la banda agredían a las personas en cuyas viviendas irrumpían, las amordazaban e inmovilizaban con bridas y cinta americana y las retenían durante horas para conseguir sus objetivos. En algunos de los asaltos obligaron a las personas retenidas a facilitarles el acceso a otras propiedades, a realizar llamadas telefónicas a familiares para que acudieran a las viviendas y a revelarles números de acceso a teléfonos móviles y tarjetas bancarias.

Los hechos por los que han sido condenados los seis imputados, cuyas penas suman 318 años y medio, se produjeron en Llucmajor, Calvià, Algaida, Santa Maria y Palma. Contra la sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.