El Ayuntamiento de Palma se ocupó ayer de realojar a 14 personas que habían resultado afectadas por el incendio que se declaró en la segunda planta del número 59 de la calle Sant Vicenç Ferrer del barrio palmesano de Son Gotleu. Una docena de adultos y dos jóvenes tuvieron que ser atendidos por los servicios sociales municipales. Así, diez adultos y dos jóvenes fueron trasladados al Servicio de Acogida Municipal del Convent y otros dos afectados al servicio de acogida municial de adultos.

Ante las dimensiones que había cobrado el incendio, que obligó a desalojar todo el inmueble, la concejala de Bienestar y Derechos Cívicos, Mercè Borràs, junto con un trabajador social y una educadora del departamento se trasladaron hasta el lugar del siniestro para conocer a pie de calle las necesidades que habían surgido a los residentes tras el siniestro.

Aunque el fuego no había afectado a la estructura del edificio, los moradores no pudieron ayer regresar a sus respectivos hogares mientras los servicios de extinción se encargaban de sofocar los últimos rescoldos y minimizar el alcance de los daños. A partir del próximo martes, la Concejalía de Bienestar y Derechos Cívicos se comprometió a estudiar caso por por caso las necesidades de las personas afectadas por el incendio.