Un agente del Cuerpo Nacional de Policía de unos 50 años permanecía ayer en estado crítico tras ser agredido por un preso en el hospital Son Espases, en Palma. El recluso, un senegalés de 32 años, atacó primero a unos enfermeros y cuando el policía entró en la habitación para auxiliarlos se abalanzó sobre él. Al parecer, la víctima recibió un fuerte golpe en la cabeza que le causó lesiones muy graves. Quedó inconsciente y tuvo que ser reanimado durante una hora antes de trasladarlo a la UCI del mismo hospital, donde ayer por la tarde permanecía sedado. El presunto autor de la agresión, trasladado a la prisión de Palma hace unas semanas, ya había protagonizado incidentes tanto en el centro penitenciario como en el hospital Son Espases.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. El presunto autor de la agresión permanecía detenido a la espera de ser interrogado. El hombre cumple varias condenas por delitos de lesiones y robos que no saldará hasta el año 2021. Hace unas semanas fue trasladado desde un centro penitenciario de Madrid en el que estaba recluido a la prisión de Palma, donde apenas permaneció unos días.

Destrozó la habitación

El preso protagonizó un incidente, mostrándose agresivo y muy alterado, y a mediados de agosto fue conducido al hospital Son Espases, en cuya unidad de detenidos quedó ingresado. Allí volvió a las andadas y a principios de la semana pasada causó importantes destrozos en el mobiliario de su habitación.

Ayer de madrugada, una enfermera entró en la estancia. El preso se mostró de nuevo muy alterado y arremetió contra el personal médico. Un agente de la Policía Nacional -que tiene presencia constante en el módulo de detenidos de Son Espases- fue a auxiliar a los facultativos. El recluso se enfrentó también a él. El policía recibió entonces un fuerte golpe en la cabeza y quedó tumbado en el suelo inconsciente.

Mientras el presunto autor de la agresión era reducido, los médicos atendieron al agente herido. Estaba en parada cardiorrespiratoria y su estado era crítico. Fue atendido durante más de una hora, practicándole maniobras de reanimación hasta que consiguieron estabilizarlo. El policía, de unos 50 años y que forma parte del grupo de Conducciones, fue trasladado entonces a la Unidad de Cuidados Intensivos del mismo centro hospitalario. Ayer por la tarde permanecía sedado y, aunque su estado continuaba siendo muy grave, los médicos habían apreciado una ligera mejoría.

La investigación sobre los hechos ha sido asumida por el grupo de Homicidios de la Policía Nacional. Los agentes tenían previsto tomar declaración a los facultativos que se encontraban en el módulo de detenidos cuando ocurrieron los hechos y estaban a la espera de interrogar al acusado para aclarar lo ocurrido.

Uno de los aspectos que está por aclarar es si el policía fue golpeado en la cabeza con algún objeto contundente o si por el contrario sufrió un impacto contra el suelo o algún mueble al caer durante el forcejeo con el recluso. Además, estaba previsto que el sospechoso fuera sometido a una revisión para determinar si padece algún trastorno mental.