Los forenses que han examinado a Andreu Coll Tur, de 19 años, y a su amigo Francisco Abas Rodríguez, de 21, los asesinos confesos de Alaró acusados de matar a golpes en la cabeza al padre del primero de ellos, el empresario Andreu Coll Bennàsar, en su chalé la madrugada del pasado 30 de junio de 2013, han confirmado que ambos se inspiraron en una de las armas de un videojuego bélico al que se habían aficionado para construir una maza con clavos utilizada en el crimen, tal y como adelantó DIARIO de MALLORCAde.

Los dos médicos que han explorado a los jóvenes destacan en su informe pericial que ambos tienen un perfil psicológico dentro de los límites de la normalidad, en el cual no se observa ningún trastorno psicopatológico que afecte a su capacidad de obrar y entender. Por tanto, son dos personas que saben lo que hacen y para qué lo hacen y que valoran adecuadamente las consecuencias de sus actos así como las implicaciones legales que pudieran tener. Por tanto, los dos sospechosos, ambos en prisión provisional desde la noche del 12 de julio de 2013 cuando confesaron los hechos ante el juez de guardia de Palma, son completamente imputables. Los especialistas destacan que ambos son conscientes de los hechos y que merecen un castigo por lo ocurrido.

Respecto a Andreu Coll Tur, el hijo del empresario asesinado, éste explicó a los facultativos que había tenido una infancia “dura” por la conflictividad familiar que existía entre sus progenitores.

Señaló que el motivo de los desencuentros era el tema económico. De hecho, indicó que para su padre el dinero constituía el elemento nuclear en su vida.

Andreu Coll también reconoció a los peritos que dedicaba gran parte de su tiempo libre a jugar de forma interactiva a videojuegos por Internet contra otros jugadores. Así conoció al otro acusado, Francisco Abas, originario de Zaragoza. Concretamente, ambos se aficionaron a un juego de acción y explícita violencia llamado ‘Call of Duty’, que consiste en acabar con la presencia de determinados seres aprovechando distintas armas, según se desprende del informe pericial.

Coll insistió a los facultativos que es heterosexual, pero precisó que su amigo es homosexual y este le había manifestado en muchas ocasiones que estaba enamorado de él. Andreu negó haber mantenido ninguna relación sexual con Francisco, pese a dormir juntos en la misma cama en su casa de Alaró y salvo haberse masturbado frente a la pantalla de su ordenador, conectado con su amigo.

Andreu se reconoció culpable del asesinato de su padre y recalcó que el motivo era la humillación permanente que su progenitor le profería día tras día. Según su versión, el crimen fue “programado” y comentado con su amigo. Incluso ambos se plantearon recrear alguna de las armas que utilizarían.

Un día antes del crimen, los dos muchachos administraron en un pastel un fármaco, Dormidina, para que la víctima quedara adormilada. Luego, Francisco le golpeó en la cabeza con un palo. El hombre se despertó y entonces ellos le dijeron que unos ladrones habían entrado a robar. Al día siguiente, ambos acabaron con su vida a golpes en el chalé de Alaró. Andreu admitió que le sorprendió la dificultad para asesinar a su padre, ante la resistencia ofrecida, en contraste con la sensación de facilidad que ofrece el videojuego violento. Los forenses detectaron que el joven se caracteriza por su destreza para realizar actividades relacionadas con los juegos telemáticos.

Pese a reconocer que se inspiraron en una de las armas utilizadas en ‘Call of Duty’, Andreu Coll negó que su actuación se hubiera visto influida por los videojuegos. Según recalcó, él “entiende y comprende” la diferencia entre esa ficción y la realidad. El joven apuntó que dedicaba dos horas diarias entre semana a los videojuegos, con picos durante los fines de semana que podían llegar a las catorce horas al día.

Francisco Abas

Por su parte, el otro asesino confeso, Francisco Abas, de 21 años, se pasaba siete horas al día con los videojuegos. Según los forenses, se sentía aislado socialmente, no tenía amigos y por eso pasaba muchas horas en su habitación.

Abas admitió estar enamorado de Andreu Coll, si bien su relación se ha enfriado en la prisión. El joven explicó que todo lo hizo por amor para ayudar a su amigo. Según recordó, dos semanas antes de ir a Mallorca ambos hablaron de que podrían “hacerle algo” a su padre. El sospechoso indicó que él golpeó primero al empresario después de darle un tranquilizante y ver la película Crepúsculo en el chalé, ya que Andreu no se atrevía. Según manifestó, ambos construyeron un palo, una maza con clavos, a inspiración de un juego de la Playstation.