Un edificio de Palma ha desbordado todas las leyes de la probabilidad en cuanto a concentración y posiblidad de que se repitan hechos dramáticos en un mismo punto. El número 2 de la calle Francesc Fiol i Joan, junto a s´Escorxador, condensa entre sus muros todo un cúmulo de aciagas historias. Lo cierto es que se trata de un inmueble con más de un centenar de viviendas, pero en menos de un lustro aúna todo tipo de sucesos. El ¿último? ha ocurrido esta semana, donde un hombre se cortó las venas cuando se iba a ejecutar el desahucio. La historia negra se remonta a enero de 2009. Entonces, unos doscientos vecinos tuvieron que ser desalojados por un incendio en el que tres personas resultaron heridas y 18 viviendas afectadas por las llamas. Tras una tregua de un par de años, un pirómano se dedicó a amontonar papeles y a provocar fuegos en el edificio. Alguno de ellos dentro del ascensor. Hace exactamente dos años, el 21 de diciembre de 2011, un hombre de 42 años murió electrocutado en ese edificio tras recibir una descarga cuando arreglaba un microondas. Un ejemplo práctico de mal karma.

Durísima absolución

Parece contradictorio, pero la sentencia que esta semana ha absuelto a cuatro policías locales de Palma por una trifulca en un bar es durísima con ellos. Los agentes acudieron al local para identificar a una pareja con la que habían tenido un encontronazo a cuenta de una multa de tráfico. Y la cosa acabó con los policías, que también recibieron lo suyo, agarrando por el pelo, tirando al suelo y pateando a varios ciudadanos. El fallo de la Audiencia Provincial critica hasta tal punto su intervención que considera que perdieron su protección como agentes de la autoridad. El tribunal agota en la sentencia los calfificativos sobre su actuación: "Desproporcionada, desmesurada, impropia de un Estado de Derecho, desmedida, desacertada, inadecuada, irracional, impertinente...".

El ladrón de las mil prendas

Hace unas semanas, un juzgado de Palma condenó a un ladrón 'silencioso' especializado en colarse en viviendas habitadas, que eran desvalijadas de madrugada mientras sus moradores dormían plácidamente. El sospechoso, un extranjero con antecedentes que está preso en la isla, normalmente actuaba en la zona de s'Arenal y Can Pastilla. A medida que robaba en cada casa, se apoderaba de ropa, zapatos o joyas y se las iba poniendo. Al ser detenido, los agentes le sorprendieron con unas deportivas y una chaqueta que acababa de sustraer en dos domicilios.

Gatitos en el motor

El vendaval del viernes tuvo consecuencias imprevistas. Los Bombers de Palma tuvieron que rescatar a gatos que se habían resguardado en el motor de un coche aparcado en un centro comercial.

Fuego en un camión del servicio de limpieza de Calvià

Los bomberos del parque de bomberos de Calvià tuvieron que acudir el pasado martes al rescate de un vehículo del servicio municipal de limpieza. El camión comenzó a arder en plena ruta, pero la rápida intervención de los servicios de emergencias evitó que las llamas se extendieran, como muestra la imagen.

Un ´gorrilla´ muy navideño

Un Papa Noel escuálido, enclenque y con una larga y descuidada melena pasea estos días por el centro de Palma. Es un conocido aparcacoches que actúa en las inmediaciones de La Misericòrdia y que ha decidido disfrazarse con vistas a las navidades, aunque su figura poco tiene que ver con la del entrañable y rechoncho Santa Claus.