Los perros de razas potencialmente peligrosas -Pit Bull y American Stanfford sobre todo- eran sus predilectos. La Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes de 18 y 20 años que habían sustraído al menos a ocho de estos animales de las jaulas de las perreras y de las protectoras de animales. Los investigadores sospechan que podían utilizarlos en peleas ilegales.

Las pesquisas de los agentes de la Guardia Civil de Inca se remontan al pasado mes de enero. Los efectivos del Instituto Armado constataron que en las últimas semanas habían desaparecido ejemplares de Pit Bull y American Stanfford de las jaulas de distintas entidades de la isla que los acogían.

Los ladrones accedían a las instalaciones de las perreras y las protectoras de animales mediante escalo. A continuación, los intrusos abrían las jaulas y se decantaban solo por los perros de estas dos razas potencialmente peligrosas. Al menos ocho ejemplares de Pit Bull y American Stanfford habían desaparecido en los últimos meses en Mallorca.

Ante las sospechas fundadas de que los animales podían ser utilizados para algún tipo de delito o bien para pelear entre ellos, los investigadores de la Guardia Civil de Inca intensificaron la búsqueda de los perros robados.

Las pesquisas de los agentes del Instituto Armado dio finalmente sus frutos. Un total de tres Pit Bull sustraídos de las jaulas de las perreras y protectoras de animales fueron encontrados en el interior de una finca rústica situada en las afueras de la capital de es Raiguer.

A continuación, los investigadores detuvieron a dos jóvenes, de 18 y 20 años, por su presunta relación con la sustracción de estos perros. Al ser arrestados, los dos supuestos ladrones argumentaron que lo que les movía a robar solo ejemplares de Pit Bull y American Stanfford de las jaulas de perreras y protectoras era el "amor a esta raza".

La explicación dada por los sospechosos no convenció en absoluto a los agentes de la Guardia Civil encargados del caso. Todos los indicios apuntan a que los dos jóvenes tenían la intención de lucrarse dedicándolos a la cría y a la posterior venta de estas razas muy demandadas. No obstante, tampoco descartan que pudieran tratar de dedicarse a las peleas ilegales de perros.

Los propietarios de estas razas de perros, considerados potencialmente peligrosos, están obligados a tener suscrita una póliza de un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños que puedan causar con su fuerte mandíbula.