Desde que empezó la temporada turística son ya tres los casos de caídas graves de turistas en hoteles registrados en Balears. Dos de las víctimas murieron en el acto y la tercera, el joven de 24 años que ayer de madrugada se precipitó desde un séptimo piso en Magaluf, permanecía hospitalizada en estado muy grave.

El primer accidente ocurrió el pasado 20 de abril en Cala Rajada, en Capdepera. Un turista alemán de 35 años se precipitó, de madrugada, desde el balcón de su habitación, situada en el tercer piso del establecimiento. Los hechos no fueron descubiertos hasta primera hora de la mañana, cuando los empleados del hotel hallaron su cadáver.

El pasado sábado, 1 de junio, otro turista falleció en un suceso similar ocurrido en Eivissa. La víctima, de 35 años y origen ruso, se asomó por una barandilla en la quinta planta de su hotel y acabó cayendo al vacío. Los efectivos sanitarios que lo atendieron solo pudieron confirmar su defunción.

En ambos casos las víctimas estaban ebrias cuando sufrieron las caídas, según las pesquisas llevadas a cabo en su día por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.