Un joven marroquí de 29 años fue juzgado ayer por herir de gravedad a un compatriota al que rajó con una botella rota durante una pelea en Palma. El sospechoso, que tiene numerosos antecedentes y está preso, aseguró que la víctima se abalanzó sobre él para robarle, tras lo que trató de defenderse. La fiscalía descarta esta versión y le acusa de un delito de lesiones, por el que solicita cinco años de prisión. El afectado sufrió graves lesiones en el abdomen y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente tras la agresión. Ayer no compareció en la vista porque fue expulsado hace unos meses de España.

Los hechos ocurrieron hacia las cuatro y media de la madrugada del 1 de septiembre de 2011 cerca de las Avenidas de Palma. Una patrulla de la Policía Nacional vio al acusado sangrando por una mano y corriendo hacia el PAC de Escola Graduada. El hombre fue interceptado y explicó que se había visto envuelto en una reyerta. Los agentes localizaron cerca de allí a la víctima, que presentaba un profundo corte en el abdomen. Una UVI móvil del 061 se desplazó al lugar y trasladó al herido a un centro hospitalario, donde fue intervenida quirúrgicamente y permaneció varios días ingresado.

El sospechoso explicó ayer durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma que solo conocía al afectado de vista. "Estaba consumiendo cocaína con unos amigos cuando él vino hacia mí y me pidió cinco euros. Como no se los dí, quiso quitármelos. Yo tenía en la mano un botellín de cerveza y él, una botella de vino. Los dos nos caímos al suelo y se rompieron", explicó el procesado.

"Yo solo quería quitármelo de encima. Al empujarle, le rajé la barriga. No tenía intención de hacerle daño", aseguró el sospechoso. "Cuando me vio la Policía, yo iba caminando hacia el centro médico, porque él me rompió un tendón de la mano. Fue él quien se me tiró encima", sentenció.

El perjudicado, también de origen marroquí, no compareció ayer en la vista oral porque fue expulsado hace unos meses de España tras ser condenado por un delito.

La fiscalía, al finalizar la vista, solicitó cinco años de prisión para el acusado por un delito de lesiones, al entender que agredió intencionadamente a la víctima. El abogado defensor, por su parte, reclamó una condena de seis meses de cárcel por el mismo delito pero con las circunstancias atenuantes de legítima defensa y drogadicción. El letrado aportó un certificado de que el acusado está siguiendo un programa de desintoxicación en la prisión.