La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un joven a seis años de prisión por maltratar de forma habitual durante un año a su pareja a quien también violó en dos ocasiones en el domicilio familiar, en Palma, a mediados de 2012. El agresor, español de 28 años que actualmente se encuentra en la cárcel, admitió ayer los hechos ante el tribunal de la sección segunda y alegó estar muy arrepentido por lo sucedido. El muchacho pidió perdón en público en la sala en presencia de la víctima.

El sospechoso tenía sometida a su compañera sentimental sobre la que ejercía una situación de dominación. Además de humillarla e insultarla, no la dejaba salir sola de casa y se quedaba en las inmediaciones de su trabajo esperando a que saliera. La agresiones físicas y verbales que sufrió la mujer se sucedieron a lo largo de un año y se incrementaron en mayo y junio de 2012 en la vivienda en la que residían en el Polígon de Llevant, en Palma. En muchas ocasiones, los malos tratos tuvieron lugar en presencia de los hijos menores de la pareja. Incluso, una de las violaciones ocurrió ante un hijo de solo dos años.

El procesado, además de los seis años de cárcel por dos delitos de agresión sexual, aceptó otras penas que suman 18 meses de trabajos en beneficio de la comunidad por maltrato habitual y maltrato psicológico. El hombre se conformó también con cinco años de libertad vigilada y con la prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada.

Tras declararse culpable y pedir perdón, el fiscal modificó sus conclusiones y apreció las circunstancias atenuantes de reparación del daño y confesión como muy cualificadas. Por ello, rebajó sustancialmente su petición de condena de los 24 años de prisión iniciales a seis años. El letrado de la defensa, Bartomeu Oliver, se adhirió y se conformó con la propuesta del ministerio público.

Situación de dominación

Los hechos ocurrieron entre 2011 y 2012 en el domicilio familiar en el Polígon de Llevant, en Palma, en el que el imputado ejercía de forma permanente una "clara y arbitraria situación de dominación" sobre su pareja con un abusivo ejercicio de su autoridad.

El comportamiento agresivo del joven, de 28 años, se acentuó sobre todo en mayo y junio de 2012 cuando el imputado profería humillaciones como "golfa, no quieres tener relaciones conmigo porque las tienes con otros" y, a continuación, la agarraba del cabello, le propinaba bofetones y empujones, muchas veces en presencia de los hijos menores de ambos, según la fiscalía.

El maltratador restringía la autonomía de movimientos de su compañera hostigándola. Así, no le permitía salir sola de casa y la acompañaba a su puesto de trabajo. Incluso, se quedaba esperando en las inmediaciones a que saliera.

En junio de 2012, después de que la joven se negara a tener relaciones con él, el agresor la persiguió hasta el cuarto de baño de la vivienda, donde ella trató de refugiarse. El procesado la amedrentó entonces y la obligó a practicar sexo oral.

Días después, el 1 de julio de 2012, el acusado de nuevo le propuso mantener relaciones. Ella se negó y él de un empujón la arrojó sobre la cama mientras le decía: "Eres mi mujer y como tengo ganas tienes obligación de hacerlo". Acto seguido, la golpeó en el rostro y la violó, ante su hijo de dos años que era sujetado en brazos por su propia madre.

El último episodio de violencia tuvo lugar a las siete de la mañana del 3 de julio en el mismo domicilio familiar. El joven pidió a su pareja que le acompañara al dormitorio, donde le propinó una paliza que le ocasionó lesiones en varias partes del cuerpo.

La suma de hechos relatados provocaron una evidente degradación y menoscabo de orden moral y psicológico para la perjudicada, según la fiscalía.