­Un joven de 19 años fue detenido ayer de madrugada en Palma tras propinar varios puñetazos y patadas a sus padres, que le habían echado de casa por llegar tarde y en estado ebrio. El acusado, que al parecer tiene prohibido consumir alcohol porque padece un trastorno de la conducta, derribó a golpes la puerta del domicilio.

Los hechos ocurrieron hacia la una de la madrugada en la calle Patronat Obrer, según explicaron fuentes policiales. Parece ser que el acusado llegó a casa más tarde de la hora indicada por sus padres, ambos de 49 años, y además estaba ebrio. El progenitor se lo recriminó, recordándole que el médico le prohibió beber por el trastorno que padece. Tras una fuerte discusión, los padres decidieron echarle de casa.

El joven, según el relato de las víctimas, regresó poco después a la vivienda y comenzó a golpear violentamente la puerta hasta que consiguió echarla abajo. Una vez dentro, propinó puñetazos a su padre, que sufrió una fractura del tabique nasal y presentaba varios golpes en la cara. Cuando la madre intentó mediar, recibió varias patadas.

Fue el propio agresor quien alertó a la Policía Local. Los agentes se entrevistaron con los padres, que relataron las agresiones sufridas y explicaron que no era la primera vez que ocurría algo así. El joven quedó detenido por un delito de lesiones en el ámbito familiar.