­La Policía Nacional sospecha que la joven acusada de haber degollado a su novio el pasado sábado en Cala Major esperó a que la víctima se desangrara para dar la voz de alarma. Los investigadores creen que entre la muerte de Francisco C.A. y la llamada de su compañera pasó al menos una hora. Los esfuerzos de los agentes se centraban en tratar de hallar el arma homicida, clave para esclarecer los hechos. La acusada, que ha negado su implicación, será puesta hoy a disposición judicial.

El estado en el que fue hallado el cadáver cuando los efectivos sanitarios llegaron al apartamento de la calle Joan de Saridakis donde ocurrieron los hechos apuntaba que la muerte se había producido al menos una hora antes. El joven apareció en mitad de un charco de sangre en la cocina junto a varios vasos y platos rotos.

La acusada explicó en un primer momento que había bajado quince minutos a la piscina y que al regresar había hallado el cadáver, según dijo hacia las ocho de la tarde. Algunos testigos apuntaron que la mujer les dijo que iba a comprar, pero que después la vieron en la zona comunitaria del edificio sin ninguna bolsa de la compra.

Así, los investigadores del grupo de Homicidios sospechan que tras cometer supuestamente el crimen, Verónica D.M. salió de casa y esperó a que su pareja muriera desangrada antes de salir al balcón, una hora después, pidiendo ayuda.

Las pesquisas apuntan también que el joven fue atacado por la espalda y sin posibilidad de defenderse. Al parecer, la víctima estaba fregando los platos cuando fue degollada. Sin embargo, los investigadores están a la espera de los resultados de la autopsia, que aunque estaba prevista para ayer no fue practicada.

En busca del arma

Los investigadores del grupo de Homicidios han buscado tanto en la vivienda donde ocurrieron los hechos como en un descampado cercano el arma del crimen, posiblemente una navaja o un cuchillo pequeño. La detenida explicó que al regresar a casa vio un arma blanca en el alféizar de una ventana, pero que esta desapareció después.

Fuentes policiales señalaron que la otra mujer imputada por encubrir el crimen, excompañera sentimental de la principal sospechosa, no fue finalmente detenida.

La supuesta autora del homicidio permanecía ayer en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, a la espera de ser puesta a disposición judicial a lo largo del día de hoy.