Un avión de la compañía Spanair tuvo que abortar ayer la maniobra de despegue al detectarse una avería. El aparato retornó a la zona de salidas y el pasaje fue desembarcado mientras se llevaba a cabo la revisión por los mecánicos. Uno de los pasajeros explicó que "se oyó un ruido espantoso y se notó un fuerte olor a queroseno". Muchos de los viajeros optaron por quedarse en tierra o buscar vuelo en otra companía.

Según relató ayer un testigo que viajaba en el avión, el incidente se produjo en la aeronave que tenía que salir sobre las nueve y media de la mañana del aeropuerto de Palma con destino a Barcelona.

"De repente se oyó un ruido espantoso y un fuerte olor a cocina invadió el interior del avión. Era queroseno", explicaba el testigo. "Entonces interrumpieron el despegue y el comandante confirmó por el altavoz que, como todos podíamos oler, había un problema con el queroseno y no podíamos despegar". El testigo relató que la gente reaccionó con una aparente frialdad a la maniobra, aunque luego, cuando estaban a punto de salir, afloraron los nervios.

Un portavoz de la compañía confirmó que el vuelo había abortado el despegue al encenderse un indicador de avería relacionado con la presión del aceite. Desde la empresa indicaron que el avión fue sometido a una revisión.

El testigo explicó que fueron muchos los pasajeros que optaron por quedarse en tierra o prefirieron buscar otro vuelo en una compañía distinta.