Una mujer sufrio una intoxicación y quemaduras leves ayer por la mañana cuando intentaba entrar a rescatar a su perro durante un incendio que causó grandes daños en un domicilio de la calle General Ricardo Ortega, en Palma. Los bomberos que accedieron al lugar descubrieron que la vivienda en la que se originó el fuego convivían unas quince personas. El fuego se originó al parecer en una vela.

El siniestro ocurrió sobre las doce y media del mediodía, en un tercer piso en el número 18 de la calle General Ricardo Ortega, en la barriada palmesana de Foners. Cuando las primeras dotaciones de los Bombers de Palma llegaron al lugar se encontraron con que las llamas habían adquirido grandes proporciones y salían por las ventanas. Los inquilinos ya habían salido del piso y una densa humareda tóxica se extendió por el inmueble, por lo que los bomberos y policías desalojaron el resto de la finca.

En el lugar se concentraron dos camiones de bomberos y diversas unidades de la Policía Local, así como varias ambulancias de la empresa SSG.

Los equipos de extinción se encontraron con el problema de que la vecina del piso situado frente al siniestrado, una mujer mayor, estaba inmovilizada en una silla de ruedas, por lo que la tuvieron que llevar en vilo por la escalera para sacarla a la calle. Mientras procedían al desalojo del edificio, otra de las vecinas, que estaba fuera, intentó entrar en su casa para sacar a su perro. Esta mujer sufrió quemaduras y una intoxicación leves, de las que fue atendida en el centro de salud de Escuela Graduada. La anciana paralítica se encontraba bien, aunque fue trasladada a una ambulancia mientras esperaba a que se extinguiera el incendio. La mujer pudo regresar a casa una hora después.

Quince personas

Los bomberos lograron apagar el fuego en apenas media hora. El piso sufrió grandes daños, con una habitación completamente destruida y el resto muy afectado por el humo y las altas temperaturas, que llegaron a reventar los cristales de las ventanas. Durante la inspección que realizaron, los bomberos y policías descubrieron que se trataba de un piso muy grande, con muchas habitaciones ocupadas, y donde residían unas quince personas de distintas familias.

A falta de la conclusión de la investigación, los bomberos apuntaron a la posibilidad de que se hubiera originado en una vela que habían dejado encendida en la habitación siniestrada.