Una deuda en la venta de un coche de lujo. Este fue el motivo que desencadenó el tiroteo que acabó con la vida de Josefa Morena Cortés, La Parrala, el pasado lunes en Son Banya, según El Farru, el principal sospechoso del crimen. José Ortega Santiago, de 31 años, admitió que ese día por la noche acudió al poblado para reclamar a La Parrala una deuda de unos 15.000 euros por la venta de un vehículo de alta gama. Según su versión, la mujer le debía ese dinero desde hacía tres o cuatro años, por lo que ambos empezaron a discutir en el portal de su casa. El Farru negó ser el autor de los disparos y culpó a otra mujer, una allegada a La Parrala, de los tiros. El detenido indicó que esta empezó a disparar contra él y uno de los proyectiles atravesó de forma accidental una puerta y alcanzó a la víctima en la cabeza, lo que le produjo la muerte. Tras ofrecer esta explicación, el fiscal pidió el ingreso en prisión de El Farru y, poco después, el juez de guardia ordenó que fuera encarcelado.

Gran parte de su clan ya está en la cárcel. Ocho de los nueve detenidos por su presunta implicación en la muerte de Josefa Moreno Cortés, La Parrala, de 45 años, ingresaron en la madrugada de ayer en prisión por orden judicial. A los sospechosos se les imputa inicialmente los delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas y amenazas, si bien no todos tuvieron el mismo grado de participación en los hechos. Así, el cabecilla, José Ortega Santiago, de 31 años y conocido como El Farru, es uno de los principales encausados y el presunto autor material del crimen. Junto a él, sus hermanos Manuel, Juan y Luis, todos ellos muy conocidos en círculos policiales por sus antecedentes, fueron encarcelados tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Palma hasta altas horas de la madrugada.

El magistrado Enrique Morey y la jueza de Ciutadella Eva María Gascón también dictaron prisión provisional sin fianza para otros cuatro arrestados, Miguel Ángel M.R., Trini S.P., Adoración R.F. y Josefa C.O., entre los cuales se encuentra la madre de El Farru. El fiscal Julio Cano previamente había reclamado que los ocho detenidos fueran encarcelados ante la gravedad de los hechos de los que están acusados.

La única persona que quedó en libertad fue la hermana de El Farru, María, de 26 años, que abandonó las dependencias judiciales de Vía Alemania escoltada por la Policía. La joven tenía previsto marcharse de Mallorca ayer mismo ante el temor de que los allegados a La Parrala y miembros del clan de La Paca, tía de la fallecida, cumplieran sus promesas de venganza.

Las declaraciones de los nueve sospechosos se prolongaron hasta las tres de la madrugada de ayer en los juzgados de Palma. Los familiares de El Farru incurrieron en varias contradicciones. Varios de ellos negaron haber estado en Son Banya el lunes por la noche y explicaron que acudieron al hospital de Son Llàtzer. Sin embargo, los investigadores del grupo de Homicidios de la Policía cuentan con testigos que sitúan a los familiares de José Ortega en el poblado.

Dice que iba drogado

El principal imputado, El Farru, alegó que iba drogado y que no recordaba quiénes de sus familiares estuvieron en Son Banya. El hombre manifestó que se dirigió al poblado por su cuenta con un amigo para intentar cobrar una deuda de unos 15.000 euros. Este dinero se lo debía La Parrala al haber hecho él de intermediario en la venta de un coche de lujo, según su versión. Nada más llegar allí, compró cocaína y la consumió. Luego, fue a ver a Josefa a su casa y, tras discutir con ella en el portal, otra mujer se acercó por la calle y empezó a dispararle. Al percatarse de que tenía sangre, trató de huir, pero los tiros continuaron. La Parrala se cerró en casa para refugiarse, pero, según su versión, uno de los disparos atravesó la puerta y le alcanzó en la cabeza de forma accidental.