Sólo era un juego bañado en alcohol, que acabó de la peor manera posible. Marc David D., el joven turista británico de 19 años que falleció el domingo al caer de un quinto piso en un hotel de Magaluf, atravesó el cristal de una ventana al resbalar mientras corría en ropa interior por el pasillo del establecimiento para superar una prueba que le habían impuesto sus amigos durante una partida de cartas.

Los investigadores de la Guardia Civil de Palmanova reconstruyeron el accidente que le costó la vida al joven a partir de los indicios recogidos en el lugar y las declaraciones de los testigos. Y la conclusión es que el muchachó cayó al vacío tras atravesar el cristal de una ventana del pasillo al resbalar mientras corría vestido con ropa interior y calcetines.

Los hechos ocurrieron poco antes de las ocho de la tarde del domingo. Marc David D., británico de 19 años, se encontraba en la habitación del hotel de Magaluf que compartía con otros dos compatriotas de su misma edad. Los tres jóvenes, amigos que habían venido a Mallorca a pasar unos días de vacaciones, estaban jugando a la cartas. Parece ser que acordaron que el que perdía una partida debía beber un trago de vodka o superar una prueba que le imponían los otros dos.

Así se bebieron casi toda la botella, hasta que David volvió a perder y le indicaron una prueba: debía correr todo el pasillo del hotel vestido con la ropa interior y calcetines. Parece ser que el joven se lanzó a toda velocidad por el pasillo, de unos setenta metros, hasta que, al llegar al final, resbaló a causa de los calcetines y se estrelló contra la ventana cerrada. Rompió el cristal y cayó al vacío, desde un quinto piso de altura.

El joven fue a parar a un tejado del primer piso, con gravísimas lesiones. Las patrullas de la Guardia Civil y Policía Local, que acudieron al lugar tras recibir los primeros avisos, iniciaron las prácticas de reanimación hasta que llegó la ambulancia. Los sanitarios siguieron con la reanimación durante casi una hora, pero el joven falleció allí mismo.

Los agentes detectaron desde un principio circunstancias extrañas en el incidente, como el hecho de que el joven hubiera roto el cristal de la ventana. Llegaron a sospechar que podía haber caído durante una pelea. Sin embargo, las posteriores gestiones y la declaraciones de los testigos les confirmaron que se había tratado de un accidente durante un juego.