La rectora de la Universitat de les Illes Balears, Montserrat Casas, defiende que la Ley de la Ciencia y la Tecnología "dará más estabilidad a los investigadores" y "si tiene la financiación adecuada permitirá tener más investigadores, lo que considero esencial para innovar y aumentar la productividad de nuestro país".

Casas, licenciada en Ciencias Físicas por la Universitat Autònoma de Barcelona y Doctora por la misma institución, asegura que las universidades españolas "han jugado y juegan un papel muy importante" en el desarrollo de la investigación. "Nuestro país experimentó un 80 por ciento de crecimiento en cuanto a publicaciones científicas internacionales en el período 1997-2007 y ocupa actualmente el noveno lugar en cuanto a la producción mundial. En el período 2000-2007, el 59,22% de esta producción científica se llevó a cabo desde las universidades", precisa.

La rectora afirma que el texto presentado "tiene en cuenta a las universidades", aunque matiza que "debería haber en el proyecto más simetría y transparencia entre el personal investigador de los organismos públicos de investigación (OPIS) y los profesores universitarios".

Casas desearía que las universidades pudiesen contratar siempre personal investigador, porque en el proyecto de Garmendia esta contratación queda supeditada al caso de subvenciones públicas que lo permitan. "Asimismo las escalas de tecnólogos deberían estar definidas para las universidades, aunque parece ser que su inclusión no va a ser fácil porque es personal transferido a las comunidades autónomas", señala.

Estos son precisamente algunos de los aspectos que la rectora de la UIB presentó como posibles mejoras del texto en el informe que realizó como ponente del Consejo de Universidades.

"La ley me parece muy necesaria. El informe que hicimos fue positivo pero pidiendo una serie de modificaciones, algunas de las cuales fueron aceptadas y en otras me consta que el Secretario de Estado de Investigación está trabajando", comenta.

Para Casas, la ley debería explicitar el período post-doctoral, que no queda reflejado, y un mayor control y exigencia en el inicio del contrato tenure track, es decir, en el inicio del contrato de acceso, modificación que ya ha sido aceptada. El texto tampoco habla de compromisos plurianuales, que "son imprescindibles para la planificación científica", y el Consejo Asesor "debería incluir a científicos de reconocido prestigio".