­Max Sunyer, integrante de Pegasus y tótem del panorama jazzístico nacional, ha encontrado las musas en sa Roqueta, como le gusta llamar a la isla. Desde su casa de Cala Rajada ha compuesto las ocho canciones que forman su su próximo disco, cuyo título parece que será Imaginant s´illa de sa Roqueta, grabado durante los últimos días en Hell´s Kitchen, el estudio recién inaugurado de Es Gremi, donde seguramente presentarán el trabajo.

"Son varios motivos por los que he venido a grabar aquí. El más importante es que el trío que hemos trabajado en el álbum se formó aquí", explica el músico, que en esta ocasión ha unido su talento junto al del bajista mallorquín Toni Cuenca, "que conoce a mucha gente", y a Dan Arida a la percusión. "Además, tengo una residencia en Cala Rajada y vengo a menudo desde hace muchos años. De hecho, los temas los he creado en la isla y de aquí he sacado la inspiración. Un tema se titula Cala Rajada y otro El Terreno. Es un espacio magnífico para componer", añade.

A pesar de que el esqueleto de las canciones estaba definido antes de encerrarse a grabar, los temas han sufrido distintas variaciones hasta dar con el resultado final. "Hemos grabado a la antigua, muy a lo bestia, improvisando constantemente. En esta formación no hay un líder, todos aportamos por igual, o al menos es el mensaje que he intentado transmitir. La creatividad siempre es necesaria", observa el guitarrista.

Preguntado sobre si alguien de su trayectoría continúa aprendiendo cada vez que se sumerge en el estudio, se muestra rotundo: "Por supuesto. Tengo claro que moriré aprendiendo".

Seguir aprendiendo a los 68 años no es obstáculo para haberse ganado el título de leyenda del jazz, distinción que el artista se toma con humor: "Me llaman leyenda porque sigo vivo", asegura entre risas. Hablando más en serio, asegura que se trata de "un reconoci miento que "reconforta y que me ayuda a seguir haciendo lo que quiero y evitando los caminos tradicionales".

No es la primera vez que Sunyer registra uno de sus trabajos en Mallorca. "Tengo muchos amigos aquí. Ya grabé con Joan Bibiloni, por ejemplo", comenta al tiempo que se lamenta de no haber podido quedar con él. "Nos hemos llamado y nos veremos el sábado. Bibiloni tiene un espectáculo en el Teatre Principal [Damunt sa Roqueta]".

Max Sunyer cierra un año "magnífico" en lo personal gracias a un disco que le ha dado "alas". Sin embargo, se muestra decepcionado con"los cuervos" del poder, que le han enseñado otra lección vital: la de "nunca decir mentiras".