La reforma de la Fundació Pilar i Joan Miró, encargada a Rafael Moneo en agosto de 2007, está aparcada sin fecha. El que fuera presentado como uno de los proyectos de mayor envergadura del departamento de Cultura municipal, liderado por Nanda Ramon (Bloc), no figura en los temas a tratar en el órgano ejecutivo del centro, la comisión de gobierno. La última, celebrada este pasado viernes, tampoco la abordó. La respuesta municipal a este parón administrativo se escuda en términos burocráticos.

"Se ha creado una subcomisión que ha pedido un proceso de reflexión de largo alcance que abarque un proyecto global y que cubra todo el mapa de necesidades de la fundación", manifestó Ramon. La concejala negó ahora que "la reforma de ´la Miró´ fuera uno de los proyectos más importantes". Pese a que desde el propio centro se insiste en la necesidad de una remodelación de su espacio, tanto en su almacén como en dependencias externas como el aparcamiento.

Entre líneas se lee un abandono por parte de los integrantes de la comisión de la fundación que es aceptada sin rechistar por Cort, máximo órgano de la institución ya que es la alcaldesa, Aina Calvo, la presidenta del patronato de este centro público.

"Es la comisión la que deberá decidir si se toma una u otra decisión, o si se ha de descartar o elegir otra opción porque con el tema de la reforma no se puede improvisar y además hay que estar seguros. Pero quiero dejar bien claro que no damos marcha atrás a la reforma. Es una posibilidad", expresó Nanda Ramon, presidenta de la comisión de gobierno de la Fundación.

La subcomisión está formada por Ángel Juncosa, Joana Maria Palou, Pilar Ortega y Magdalena Aguiló, directora del centro de arte.

"Fueron ellos quienes solicitaron que se creara esta figura para analizar los aspectos globales que afectan a la fundación", explicó Ramon, que insiste en restar importancia al silencio sobre la reforma arquitectónica, reclamada por los propios gestores del museo. "Nunca hemos dicho que sea un tema prioritario".

Sin embargo, nada más estrenarse en el cargo, el nuevo equipo en Cort ofreció al Premio Pritzker de Arquitectura y autor del edificio de la Fundació Pilar i Joan Miró el proyecto de reforma. Tuvieron una reunión con él en la propia fundación el 27 de agosto de 2007. Registrada con luz y taquígrafos.

En aquel encuentro, Moneo se declaró "ilusionado" y adelantó que su trabajo en un espacio que conoce bien sería "suave". Dos años después, el arquitecto se vio por fin en mayo pasado con Ramon y la directora del centro para darles cuenta de su anteproyecto. Se trataría de un edificio de 2.000 metros cuadrados situado frente al inmueble de ´la Miró´ donde hoy está el aparcamiento. El inmueble tendría dos alturas aprovechando la pendiente de la calle Joan de Saridakis. En él se alojarían los departamentos de colecciones, el didáctico y el administrativo".

La reforma contempla un apartamento para artistas, un almacén en la planta baja de 800 metros cuadrados, despachos y un aparcamiento de dos plantas. En su interior, un patio que daría luz natural. Moneo señaló su idea de unir ambos edificios por un túnel o paso subterráneo. Los dibujos entregados por el arquitecto fueron calificados por Ramon como "cuatro rayas" cuando negó tener el anteproyecto que sí se ha entregado.

Emili Fernández Miró deja la comisión después de veinte años

Emili Fernández Miró, nieto de Joan Miró, remitió unas semanas atrás una carta en la que anunciaba su voluntad de abandonar la comisión de la Fundació Pilar Juncosa i Joan Miró.

Sus motivos, según Nanda Ramon, concejala de Cultura y presidenta de la comisión en representación del Ayuntamiento de Palma, es que "tras veinte años en la comisión, está cansado y cree que sería más oportuno renovarla con sangre nueva". El nieto mayor del pintor sí continuará en el patronato del centro.

Nanda Ramon señaló a este diario que "pese a ser muy comprensibles sus razones, y estar en todo su derecho a pedir su renuncia", decidió remitirle una carta –esta misma semana– en la que recomienda al nieto del artista que reconsidere su postura.

"Le he dado muchas vueltas, pero al final he decidido enviarle una carta en la que le pido que reconsidere su postura", relató Ramon.

"No hay ninguna acritud, él va a continuar en el Patronato, pero está en su derecho de querer dejar la comisión", reiteró.