A mediados de noviembre de 1990 los problemas económicos derivados de una mala gestión terminaron por colapsar las cuentas del Sindicat. Aquel mes, la asamblea extraordinaria determinó el cese de toda la junta directiva de la Bodega Cooperativa Felanitx, que dejó un déficit acumulado superior a los 300 millones de pesetas.

71 años antes, en 1919, el ingeniero agrónomo catalán Ernest Mestre dejó Barcelona para probar suerte en Felanitx. En la zona de la Mola levantaría una bodega justo debajo del acantilado e iría aprovechando el desnivel para crear un complejo sistema de cañerías. La sociedad cooperativa echó a andar ese mismo año, fundada por Bartomeu Vaquer, Miquel Caldentey y el propio Mestre. Es Sindicat fue edificado entre 1920 y 1922 siguiendo los planos modernistas del arquitecto Guillem Forteza.

En los setenta la Cooperativa llegó a contar con 553 socios y más de un millar de productores dependientes. La plantilla, que durante todo el año era de 25 empleados fijos, pasaba a ser de más de 60 en tiempos de vendimia. En aquellos años la producción media era de dos millones de litros de vino tinto y rosado (no comercializaba blanco), aunque varios años se llegara incluso hasta los cinco.

Tras las liquidaciones, es Sindicat salió a subasta en 1992. Hicieron falta tres para que pasara a manos del empresario vinícola binissalemer Pau Ripoll, a quien ahora el Consell le expropiará este bien patrimonial.